Un libro infantil enseña a los niños a superar la disforia de género
Un nuevo libro infantil enseña a los jóvenes trans que no hay nada "monstruoso" en lo que son.
Me and My Dysphoria Monster sigue el viaje de Nisha, una joven que vive con un monstruo nebuloso que la sigue a todas partes.
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A medida que el monstruo de Nisha crece, su mundo se reduce. Se siente aislada, apartada de sus seres queridos y como si todo lo que la rodea hubiera perdido el color.
El monstruo crece cuando la gente llama a Nisha chico o usa un nombre de chico para ella, hasta que finalmente la otrora pequeña criatura borra todo en su vida.
Pero un día, Nisha conoce a Jack, un hombre trans que también tiene un monstruo, y le explica que poder vivir como su auténtico yo redujo su "monstruo de disforia de género".
La joven trans - empoderada por esta información - se abre sobre su identidad, y el monstruo de la disforia de género, que antes lo abarcaba todo, se reduce para que pueda volver a vivir una vida vibrante.
La autora Laura Kate Dale dice que la metáfora es increíblemente personal.
"No llegué a ver a las personas trans presentadas como personas con vidas interiores que experimentaban lo mismo que yo", dice Dale sobre su juventud.
"Todo lo que vi al crecer a principios de los 90 fue a las personas trans representadas como monstruos o chistes. Me hacía sentir que yo era un monstruo".
Dale se sintió aislado sin ninguna representación trans positiva y una "falta de comprensión" general sobre la comunidad en ese momento.
"Exteriorizarlo como esta cosa monstruosa y sin nombre que da miedo -porque si reconozco que está ahí, reconozco que hay algo monstruoso que forma parte de mí- es un sentimiento realmente difícil con el que crecer.
"Necesitaba historias que me mostraran que no estaba solo en los pensamientos interiores que tenía sobre mí mismo y que, si seguía esos pensamientos hasta su conclusión natural, había esperanza de ser un adulto feliz, bien adaptado y positivo".
Laura encontró su camino, pero quiere facilitar las cosas a la siguiente generación.
Mi monstruo de la disforia y yo está dirigido a los jóvenes trans, sus padres y sus compañeros.
Está diseñado como "un recurso que tiene un lenguaje accesible para los niños para hablar de la experiencia interna de ser una persona trans disfórica", pero también sirve como "un recurso para adultos para que los padres puedan leer con más detalle el tipo de cosas que no tienes tiempo de repasar durante una narración para niños".
Y lo que es más importante, también puede enseñar a los jóvenes cisgénero por qué es "importante ser respetuoso" y empático con el viaje de otra persona.
En el libro, las "pequeñas acciones" de los demás acaban por afirmar la identidad de Nisha y ayudan a que se disipen las "nubes de emoción que lo consumen todo", dejándola con la sensación de que hay "menos barreras" en su vida. Esto refleja la propia experiencia de Dale al salir del armario.
"Tenía 18 años entonces, pero mi madre, mirando hacia atrás, describe cómo me iluminé como persona", dice, "prosperé socialmente de una manera que no había hecho antes, parecía mucho más viva y ese tipo de elevación física y brillo es algo que creo que se retrata mejor con imágenes que con palabras solamente".
Dale es dolorosamente consciente del clima en el que está lanzando el libro, ya que tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos se están produciendo "rumores de prohibición del debate sobre las identidades trans".
Pero quiere que la gente vea "detrás de todas las posturas, los titulares dramáticos y el alarmismo" que se está creando sobre lo que es, en esencia, un "pequeño fragmento" de la sociedad que sólo quiere vivir.
"A fin de cuentas, lo único que somos es gente que no se sentía feliz con nosotros mismos y que encontró cambios sencillos y básicos que nos ayudaron inconmensurablemente a ser personas más felices, más sanas y más positivas", dice.
"La gente que mete miedo a nuestra existencia lo hace porque sabe que, en última instancia, va a perder esta batalla.
"La razón por la que se están viendo tantos titulares despiadados y antitrans y presiones contra la comunidad trans es porque, si se observa la demografía, las personas trans están siendo más aceptadas a medida que crecen las generaciones más jóvenes.
"Es cuestión de tiempo que la aceptación trans se convierta en la norma, y lo que estás presenciando son los gritos furiosos y engañosos de una comunidad que intenta desesperadamente aferrarse al poder porque sabe que sus días en los que su fanatismo es aceptable [están] contados".
