Un príncipe de Arabia Saudí, acusado de obligar a sus empleados a verle practicar sexo gay
SEXO GAY y PEDOS en la cara: así era la vida secreta de un Príncipe Saudí.
Se ha desatado el escándalo en Arabia Saudí. No porque uno de sus Príncipes más ricos sea homosexual, que aunque sea noticia, no debería ser importante, sino por la polémica denuncia que han puesto en su contra, contando detalles sexuales de lo más morbosos y humillantes para su séquito.
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El Príncipe Majed bin Abdullah bin Abdulaziz Al Saud, hijo del Rey Abdullah, tiene que enfrentarse a una demanda civil interpuesta por tres mujeres que trabajaron para él en su mansión en Beverly Hills, en Los Angeles. Una casita de 37 millones de dólares, pero es que cuando eres un Príncipe, el dinero no es tan importante. Pero vayamos a lo interesante, el morbo:
Las mujeres le acusan de obligarles a sentarse a ver como el propio Príncipe realizaba actos sexuales con otro de los miembros de su séquito. Pero no sólo prácticas sexuales, ahora viene lo más cachondo del tema: las mujeres tuvieron que ser testigos de cómo un trabajador del Príncipe se tiraba un pedo en la cara del mismísimo a petición de él. Vamos, que quería que alguien le soltara un viento en la cara. No somos quiénes para juzgar los morbos privados de las personas, pero este es de los cañeros.
Especialmente delicado es el tema si tenemos en cuenta que la homosexualidad está penada con la muerte en Arabia Saudí, pero claro, si eres el hijo del Rey, difícilmente te juzguen por ello, ni siquiera en Los Angeles.