Un republicano de Texas defiende los derechos LGBT
Joe Straus, el ex presidente republicano de la Cámara de Representantes de Texas, se ha pronunciado públicamente a favor de la protección de los derechos de los LGBT+.
El político republicano, que sirvió hasta enero como uno de los líderes republicanos más poderosos en el estado dominado por los republicanos, escribió un artículo para Newsweek revelando su sorprendente postura.
Straus, quien dirigió la Cámara de Texas durante una década, se pronunció mientras la Corte Suprema de los Estados Unidos se prepara para decidir si las leyes de derechos civiles existentes proporcionan protección federal a las personas LGBT+.
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Republicano de Texas: La discriminación contra las personas LGBT+ tiene un coste humano.
Escribió: "La Corte Suprema debería reafirmar estas protecciones para nuestros vecinos LGTB, que merecen la misma oportunidad que todos los demás de ser juzgados por sus méritos, y de trabajar, ganarse la vida y contribuir a sus comunidades.
"Esta puede no ser una posición pública común para un político republicano de Texas, pero refleja la opinión mayoritaria en el estado, incluyendo la mayoría de republicanos y demócratas, y gente de todas las razas y de todas las principales tradiciones religiosas".
Explicando su postura, Straus dijo: "A lo largo de los años, he visto a los tejanos crecer y aprender y cambiar sobre los derechos LGTB.
"Yo mismo he pasado por ese aprendizaje y crecimiento, especialmente en los últimos años, cuando forjamos una coalición diversa -desde la comunidad empresarial hasta los líderes religiosos y las fuerzas del orden- para hacer retroceder los esfuerzos equivocados por discriminar a las personas LGTB".
Como Presidente, el político fue responsable de bloquear algunos de los peores excesos de la legislación anti-LGTB en el estado, incluyendo un "proyecto de ley del baño".
Sobre el caso de la Corte Suprema, explicó: "Los casos que tiene ante sí la Corte Suprema se refieren específicamente a la discriminación en el lugar de trabajo, donde los impactos económicos son claros: la discriminación puede quebrantar la moral, perjudicar la productividad y contribuir a una mayor rotación de empleados.
"Pero el costo humano también es real: La discriminación puede despojar a las personas de su orgullo y robarles la oportunidad de hacer un buen trabajo y ganarse la vida para sus familias.
