Una biblioteca de EEUU se niega a retirar los libros LGTB+
La junta directiva de una biblioteca de Wyoming se ha negado a retirar los libros sobre sexo, género y temas LGBT+ de la sección de niños y jóvenes.
La biblioteca del condado de Campbell se ha enfrentado a las protestas de los indignados locales que se quejan de que los materiales de ciertos libros son "repugnantes" e "inapropiados para los niños". Los fiscales incluso consideraron la posibilidad de presentar cargos de "obscenidad" contra los bibliotecarios públicos por la decisión de mantener en las estanterías libros sobre sexo y temas LGBT+.
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Terri Lesley, directora ejecutiva de la biblioteca, dijo a la Radio Pública de Wyoming que ha habido 27 libros que han sido cuestionados y que se han presentado 52 solicitudes por parte de miembros del público para pedir que un libro sea reconsiderado como parte de la colección de la biblioteca.
Sin embargo, la Biblioteca del Condado de Campbell se ha negado a ceder a la presión pública, y los miembros de su junta directiva rechazaron un recurso para eliminar un solo libro en una votación de dos a dos en una reciente reunión de la junta.
Tim Albin, ex alcalde y residente desde hace mucho tiempo en Wright, dijo que "no podría haber pedido un mejor amigo" para la comunidad de Gillette y el condado de Campbell que la biblioteca.
"Han hecho un gran trabajo", dijo Albin. "Mis hijos, tenemos nueve, y la biblioteca ha sido una gran, gran cosa para ellos - es una gran, gran cosa para ellos".
Los conservadores llevan mucho tiempo intentando prohibir los libros que tratan temas relacionados con el sexo, la identidad de género, la comunidad LGBT+ y la raza
Las escuelas públicas del condado de Fairfax, el mayor distrito de Virginia, retiraron dos libros -Lawn Boy, de Jonathan Evison, y Gender Queer, de Maia Kobabe- de las bibliotecas de los institutos tras recibir quejas por su contenido sexualmente explícito y "homoerótico".
Un legislador republicano de Texas está investigando si las escuelas tienen copias de casi 850 libros relacionados con la raza y la sexualidad después de que los distritos escolares se enfrentaran a las reacciones de los padres, según una carta obtenida por el Texas Tribune.
Matt Krause, representante estatal y presidente del comité de investigación general de la Cámara de Representantes, también ordenó a las escuelas que identificaran "cualquier otro libro" que pudiera causar a los estudiantes "culpa, angustia o cualquier otra forma de angustia psicológica debido a su raza o sexo, o que transmita que un estudiante, en virtud de su raza o sexo, es inherentemente racista, sexista u opresivo, ya sea consciente o inconscientemente".
