Una ciudad estadounidense se plantea prohibir todo el arte público porque parte de él podría ser gay
Una ciudad de Estados Unidos se está planteando prohibir todo el arte público porque algunas de las obras podrían ser gays o promover ideales LGBTQ+.
Littleton es una ciudad políticamente morada: liberal y conservadora a partes iguales.
¿Se puede ser gay y formar parte de una banda criminal?
Marvel se plantea una película con superhéroe protagonista gay
En las elecciones presidenciales de 2020, Donald Trump y Joe Biden obtuvieron casi exactamente el mismo número de votos.
Sin embargo, a medida que las llamadas guerras culturales se recrudecen en Estados Unidos, las tensiones empiezan a aumentar en el pueblo bipartidista.
Todo empezó cuando un concejal se quejó en una reunión municipal de un mural financiado por varias organizaciones locales.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por NOCO Mural Project (@nocomuralproject)
El mural, que constaba de tres piezas y fue descrito en un periódico local como un "mural de la diversidad", presentaba flores, árboles, una rueda de colores arco iris y una referencia a desafiar las prohibiciones de libros.
Los títulos de cada pieza eran: "No nos prohibirán", "Somos alegría" y "Pertenecemos".
Las quejas del consejo municipal, compuesto por tres miembros, llevaron al administrador municipal, Jim Gleason, a plantearse la restricción de determinadas obras de arte en espacios públicos.
Aunque no se ha confirmado cuáles serían exactamente los motivos para querer restringir determinadas obras de arte públicas, los debates se centraron en gran medida en el arte de temática LGBTQ+, informa CBC News.
Tras investigar sus opciones legales, los habitantes de Littleton se dieron cuenta de que sería difícil prohibir determinados tipos de obras de arte en los espacios públicos; al fin y al cabo, restringir exclusivamente las obras de arte LGBTQ+ podría vulnerar el derecho constitucional.
Esto deja a la ciudad con pocas opciones. Una de las que realmente se está considerando es prohibir todo el arte público.
Sobre la posibilidad de una prohibición total del arte público, el administrador municipal Gleason dijo: "Su decisión [la del ayuntamiento] es: 'Muy bien, ¿les molesta tanto como para querer prohibir, entonces, todo el arte?".
"¿O es como: 'Vale, me molesta, pero no quiero meterme en una pelea legal constitucional y gastar el dinero de los contribuyentes y seguir adelante con esto'?" Esa es la decisión que tendrán que tomar".
Uno de los tres concejales que se oponen a este tipo de murales es Carrie Gendreau, que también es senadora estatal por New Hampshire.
Gendreau expresó por primera vez su desagrado por el mural en agosto, afirmando que "lo que se levantó no era bueno... No quiero que eso esté en nuestra ciudad".
Gendreau, que ha declarado al Boston Globe que "la homosexualidad es una abominación" y que está "muy preocupada" por los "mensajes demoníacos ocultos" que se están "colando en [la] comunidad" a través del arte público, se ha enfrentado a fuertes reacciones de los habitantes de Littleton.
En septiembre, al menos 200 personas acudieron a una reunión de la junta para acallar los comentarios de Gendreau.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por NOCO Mural Project (@nocomuralproject)
Las organizaciones locales siguen preocupadas por la posibilidad de que su ciudad prohíba el arte público en su conjunto.
Aunque Gleason reconoce que los problemas de los concejales con el arte público son "en realidad mucho más profundos en referencia a opiniones sobre la sociedad y la comunidad LGBTQ", satisfacer sus demandas significaría prohibir totalmente las obras de arte.
"No se puede restringir el arte que no te gusta", dijo.
