Una funcionaria estadounidense, en la cárcel hasta que acepte el matrimonio gay
Una funcionaria estadounidense, en la cárcel hasta que acepte el matrimonio gay.
Es la diva imbécil de la semana. Kim Davis se ha convertido en la persona más odiada por sus compañeros de trabajo, jefes y hasta personas que no conocían su existencia. La razón: se opone al matrimonio gay. Estados Unidos es un país libre así que ella tiene todo el derecho del mundo a oponerse, a criticarnos e incluso a odiarnos, pero pasa una cosa: es una funcionaria del gobierno que tiene que emitir los certificados de matrimonio, y ha decidido que no va a tramitar ningún matrimonio homosexual, dando por saco (y no en el buen sentido) a las pobres parejas de gays y lesbianas de la zona en la que trabaja.
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La mujer ha recibido múltiples órdenes de que tramite los certificados porque es algo legal. Ella se escuda en su libertad religiosa, pero no a costa de la ilegalidad, bonita. Es como si ahora no te gustaran los negros o las personas muy altas y decidieras que ellos no merecen casarse.
El caso ha llegado tan lejos y ella está tan loca que han acabado deteniéndola, y en resumen, seguirá en el calabozo hasta que recapacite y acepte tramitar las bodas gays. Veremos qué le depara el futuro, pero seguro que después de esto se marcará algunos platós televisivos. ¿Nos apostamos algo?