Una monja homófoba culpa al "diablo" de que dos modelos se besen en la calle

Dos modelos femeninas compartieron un beso en Nápoles, Italia, como parte de una sesión de fotos - y una monja homofóbica no lo toleró.

Las modelos Serena de Ferrari y Kyshan Wilson posaron durante una sesión fotográfica en el barrio de Quartieri Spagnoli para el próximo tercer número de la revista italiana Not Yet Magazine, dedicada al arte y al estilo de vida.

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Pero entonces, una monja no identificada, vestida con un hábito blanco, apareció de la nada y se dirigió a toda velocidad hacia la pareja.

Separó a las mujeres mientras gritaba: "¿Qué estáis haciendo? Esto es obra del diablo".

Los confundidos actores, que protagonizan el culebrón italiano Mare Fuori, intercambiaron miradas mientras se reían.

A continuación, la monja apuntó al equipo de cámaras, diciendo que su generación es la culpable del COVID-19, antes de persignarse y añadir: "Jesús, José y María".

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La escena fue grabada por la maquilladora Roberta Mastalia, quien declaró a los medios de comunicación italianos que la monja preguntó si el equipo había ido a misa esa mañana.

"Estábamos en el barrio español de Nápoles, en una callejuela con las dos modelos, cuando de repente pasó la monja", dijo.

"Nos preguntó si habíamos ido a misa ese día y cuando le dijimos que no, empezó a culpar a los jóvenes del coronavirus y entonces vio a las dos modelos posando dispuestas a besarse y fue cuando corrió hacia delante para separarlas.

"Nuestra primera reacción fue que todos nos quedamos atónitos... [nos] lo tomamos como una especie de broma y, de hecho, se puede ver en el vídeo que las dos chicas se están riendo".

Cuando Mastalia recalcó que el equipo estaba haciendo una sesión de fotos, la monja captó la indirecta y se alejó "lentamente".

"Cuando te vuelves viral pero no por algo bueno...", bromeó la revista Not Yet en un post de Instagram del video. Mientras que de Ferrari publicó el video en su cuenta y dijo: "Dios no ama a los LGBT".

Según el MailOnline, el principal grupo de campaña LGTBQ+ de Italia, Arcigay, dijo que las opiniones de la anciana monja habrían sido "comprensibles" hace décadas.

"Fue un comportamiento homófobo de la monja, pero al menos no fue agresivo", dijo el presidente de Arcigay, Antonello Sannino. "Parece que la monja estaba bastante indignada por lo que vio, lo que sería comprensible si fuera otra época".

El catolicismo y los derechos de las personas LGBTQ+ se han enfrentado durante mucho tiempo en Italia, donde la Iglesia tiene una gran influencia en la política nacional. En ocasiones, ha intervenido para paralizar o presionar para que se desechen por completo los proyectos de ley que promoverían los derechos LGBTQ+.

En abril de 2021, el Vaticano expresó sus profundas reservas sobre las propuestas del gobierno para consagrar protecciones atrasadas para los italianos LGBTQ+, las mujeres y los discapacitados contra la discriminación y la violencia.

El ministro de Asuntos Exteriores de la Santa Sede, el arzobispo Paul Richard Gallagher, entregó en mano una carta al embajador italiano del Vaticano, Francesco Di Nitto, en la que se exponía la oposición del Vaticano.

En la carta, el Vaticano argumentaba que la protección de las personas LGBTQ+ infringiría las libertades religiosas garantizadas y expondría a la Iglesia a cargos penales por sus posturas anti-LGBTQ+, como la oposición a la igualdad matrimonial. Afirmó que el proyecto de ley infringiría un tratado casi centenario entre Italia y el Vaticano.

El Senado rechazó el proyecto de ley en octubre.