Una mujer trans fue obligada a huir de Malasia
Nur Sajat, personalidad trans de las redes sociales y empresaria que huyó de Malasia, fue presuntamente agredida sexualmente por funcionarios religiosos.
La empresaria de cosméticos huyó del país en enero tras ser acusada de infringir la sharia por llevar un vestido en un acto religioso en 2018. Se enfrenta a hasta tres años de prisión, lo que supuestamente supuso un "desprecio" al Islam.
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El Washington Post informó de que Sajat fue detenido el 8 de septiembre por la policía tailandesa por entrar en el país de forma ilegal, y un funcionario de la policía dijo que el proceso de deportación estaba en marcha.
Phil Robertson, subdirector para Asia de Human Rights Watch, declaró al South China Morning Post que a Sajat se le había concedido asilo, pero no quiso especificar el país. Pero Sajat anunció el lunes (18 de octubre) que había huido a Australia y que ahora estaba a salvo de la amenaza de ser encarcelada.
En una entrevista concedida al New York Times, Sajat habló de su angustioso viaje. Sajat alegó que en enero recibió una citación del departamento religioso del estado de Selangor, donde se encuentra su negocio.
Cuando estaba dentro del departamento, afirmó que al menos tres hombres la patearon, la inmovilizaron y le tocaron los pechos. Fue el mismo día en que fue detenida y acusada oficialmente ante un tribunal de la Sharia de Malasia, según ella.
Sajar explicó que su madre, que fue testigo de la agresión, se enfrentó a un agente por el incidente. Pero el agente alegó que no era un problema, ya que percibía a Sajat como un hombre.
Según el New York Times, este relato de la agresión fue corroborado por un activista que habló con la madre de Sajat.
"Creen que está justificado tocar mis partes íntimas y mis pechos porque me perciben como una persona masculina", dijo Sajat. "No me trataron con ninguna compasión ni humanidad".
Presentó una denuncia policial tras el incidente. Las autoridades locales de Malasia afirmaron que se llamó a un funcionario del departamento de religión para que prestara declaración. Pero no se han tomado más medidas y el departamento se negó a hacer comentarios al New York Times.
Sajat dijo que se sintió "protegida para ser mi verdadero yo" y "ser libre" en el momento en que recibió refugio en Australia.
"Me sentí atrapada en mi propio país, donde nací, por las leyes de allí que me criminalizan y me consideran un hombre", explicó.
Añadió que se sentía como un "chivo expiatorio" para "distraer de los problemas más importantes" en Malasia, diciendo que su caso fue "sensacionalista debido a mi presencia en los medios sociales".
"Estaba atrapada y acorralada en Malasia a causa del sistema de la sharia", dijo. "Mi propio ser, mi existencia, estaba siendo cuestionada".
Y continuó: "Pero estoy muy firme en mi identidad como mujer. Esto es lo que soy".
Los malayos homosexuales se enfrentan habitualmente a la discriminación en virtud de las estrictas leyes islámicas del país, que penalizan cualquier forma de "relación carnal contra el orden de la naturaleza" con una pena de hasta 20 años de prisión y azotes.
Los cambios propuestos en el código penal podrían endurecer la situación y castigar a quienes se considere que "promueven" estilos de vida LGBT+ en las redes sociales, así como a quienes "insultan" al Islam.