Una ópera con sexo lésbico explícito y monjas desnudas sobre patines indigna a la Iglesia
Una representación de la ópera Sancta Susanna, que incluye sexo lésbico explícito y patinaje sobre ruedas desnudas, ha indignado a los miembros de la Iglesia.
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Puede que no sea la típica noche de ópera. Sin embargo, la adaptación de la ópera Sancta Susanna por la artista Florentina Holzinger hizo que 18 espectadores necesitaran tratamiento médico tras asistir a escenas de sexo explícito entre homosexuales y ver sangre real y falsa y heridas en el escenario.
La ópera, original del compositor Paul Hindemith, fue objeto de una reacción violenta en 1921 por ser "demasiado blasfema para ser exhibida". Narra la historia de una monja reprimida que descubre su sexualidad.
La ópera original iba a estrenarse en la Ópera de Stuttgart (Alemania), pero se canceló. Más de 100 años después, la nueva versión se representó en la misma ciudad de Stuttgart el 5 de octubre, ampliando los límites de la temática y el arte LGBTQ+ con una "visión radical de la Santa Misa".
La representación -que, al parecer, provocó náuseas y shock a 18 espectadores y requirió asistencia médica en sus dos primeras representaciones- ha desatado la indignación entre los miembros de la Iglesia del país.
La ópera, para mayores de 18 años, cuenta con un elenco femenino de monjas que se quitan los hábitos en medio de una representación "sensual, poética y salvaje". En una escena, una actriz vestida de Papa es levantada y girada por un brazo robótico, y en otra, una actriz canta temas de Eminem mientras representa a Jesús.
La protagonista del espectáculo, Susanna, explora su sexualidad bajando el taparrabos de Cristo en el crucifijo antes de mantener inquietantes relaciones sexuales con el icono. Otros artistas se desnudan en el escenario y se cuelgan de campanas, o trepan por paredes de escalada con sólo un arnés.
En otra escena, una artista se traga un crucifijo con una espada, y en otra aparece Jesús azotando a una monja semidesnuda.
Pero quizá el momento más inquietante sea una escena que simboliza la Eucaristía o el cuerpo de Cristo. Según el periódico local Süddeutsche Zeitung, a una artista se le corta un trozo de piel del costado antes de ser "asada al punto".
El arzobispo de Salzburgo, Franz Lackner, declaró que la ópera cruzaba la línea de la expresión artística y "ofendía gravemente los sentimientos y convicciones religiosas de los creyentes".
Por su parte, el profesor de teología austriaco Jan-Heiner Tück escribió en la revista católica Communio que la "fijación" de Holzinger por las monjas y su sexualidad es "una vieja moda".
Sin embargo, la ópera, que se estrenará en Berlín el mes que viene, también ha sido elogiada por su "alegría desbordante".
"Holzinger dirige por primera vez un musical teatral, y el resultado es tan inteligente, tan divertido, tan increíblemente bien montado que uno se queda realmente asombrado", escribió un crítico.
La representación de Sancta Susanna de Florentina Holzinger se representa hasta el 3 de noviembre en la Staatsoper de Stuttgart (Alemania).