Una tarde con Pedro Almodóvar

La presentación de "Los Archivos de Pedro Almodóvar" a cargo del mismo director nos brindó una excusa perfecta para pasar la tarde con el genial manchego. El cineasta se sentó ante un micrófono rebelde con bastante retraso, pese al libro estar publicado por la editorial teutona Taschen. Editorial que cuenta con dos títulos previos en esta colección: uno sobre Kubrick y otro sobre Bergman. Esta aclaración nos sirve para ilustrar cómo Almodóvar está destinado a formar parte del olimpo del celuloide.

Durante la charla ante una audiencia afín y parapetado por una primera linea de incondicionales: Marisa Paredes, Elena Benarroch, Elena Anaya, Dunia Ayuso, Loles León y Bibiana Fernández, entre otras. La conversación giró entorno a sus filias y pasiones: la literatura, el arte, la Mancha, su infancia, su madre, Madrid… Nada nuevo bajo el sol. Aunque siempre es un placer escuchar a un orador tan procaz, capaz de cambiar de registro sin despeinarse su abultada cabellera gris. Merece la pena rescatar de su discurso atropellado y entusiasta algunas palabras que dejan entrever, sin ningún pudor, lo poco satisfecho que el director se encuentra de Kika (1993). Si bien no es de sus películas más brillantes, sí supone el portazo definitivo de Almodóvar con los 80.

Después de casi una hora de darle a la lengua, firmó a los fans (así en plural) ejemplares de "Los Archivos de Pedro Almodóvar". Un libro con una fabulosa encuadernación, lo que los americanos llaman "tea book" como Vicente Molina Foix apuntó sobre el mismo. Y que recoge muchas imágenes inéditas hasta la fecha (rodajes, cartelería de otros países…). Además de los textos que en su mayoría se ha encargado el mismo director de escribir a modo de autoentrevistas. Lo dicho: un regalazo, lo puedes comprar aquí.