Una víctima de abusos homófobos comparte consejos vitales para los usuarios del transporte público londinense antes del Orgullo

El Orgullo es un momento para que las personas LGBTQ+ se muestren más ruidosas y orgullosas que nunca, pero, por desgracia, a veces esa mayor visibilidad puede dar lugar a que te envíen odio.

A lo largo de los años, he aprendido que esto puede ocurrir prácticamente en cualquier sitio, incluso cuando simplemente intentas ir de A a B en transporte público, algo que decenas de miles de personas LGBTQ+ y aliados harán durante todo el mes del Orgullo en junio y durante las emblemáticas celebraciones del Orgullo en Londres el 29 de junio.

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Más de un millón de personas llenaron las calles de la ciudad con un caleidoscopio de colores en 2023 para animar el desfile y deleitarse con las buenas vibraciones del Orgullo. Poco después, miles de personas acudieron al Parque Olímpico Reina Isabel el pasado agosto para celebrar el Orgullo Negro del Reino Unido, el mayor evento del Orgullo LGBTQ+ de Europa para personas de ascendencia africana, asiática, caribeña, latinoamericana y de Oriente Medio.

Por su parte, el Orgullo Trans+ de Londres, que tendrá lugar el 27 de julio, probablemente congregará a miles de personas en apoyo de la vida de las personas trans, no binarias, de género no conforme e intersexuales. Aunque esta visibilidad y solidaridad son esenciales, cuando se producen incidentes de odio es vital que todas esas personas sepan qué medidas pueden tomar para ayudar.

Aún recuerdo esa sensación de hundimiento cuando, tras despedirme de un amigo con un beso en la mejilla, un grupo de hombres se dio cuenta de que éramos gays y empezó a gritarnos insultos homófobos. Los nervios se convirtieron en angustia y, pronto, en toda una oleada de emociones. Luego vinieron las preguntas: ¿Me muevo? ¿Debo decir algo? ¿Qué me va a pasar?

En otra ocasión ocurrió algo parecido a plena luz del día en el piso superior de un autobús en Islington. Mi novio y yo estábamos disfrutando de un día de paseo en verano y, completamente de la nada, un hombre nos gritó improperios homófobos y nos insultó.

Las dos veces me he preguntado qué hice mal: ¿fue el beso en la mejilla, o quizá la chaqueta de flores que llevaba en el autobús? Pero ahora veo claramente que no hay justificación ni excusa alguna para cometer un delito de odio.

Si te ha ocurrido esto, quiero que sepas que no has hecho nada para provocarlo y que las víctimas de delitos motivados por el odio no son responsables de ello en modo alguno. Si alguna vez has sido testigo de un delito de odio, quiero que sepas que hay cosas que puedes hacer para ayudar.

Los delitos de odio se definen como infracciones penales motivadas por el odio y la hostilidad hacia una persona a causa de su discapacidad, identidad de género, raza, orientación sexual, religión o cualquier otra diferencia percibida. Lo más importante es que no importa si realmente perteneces a alguno de estos grupos, sino si el agresor piensa que perteneces a ellos y si esa percepción motiva su comportamiento.

La segunda vez que presencié un delito motivado por el odio, el conductor del autobús expulsó al hombre del vehículo. Si sufres o eres testigo de un delito motivado por el odio en el transporte público de Londres -ya sea durante el Orgullo o en cualquier otro momento- debes denunciar el incidente. No importa si eres testigo o víctima, todas las denuncias se tomarán en serio.

Si eres testigo de un delito motivado por el odio, hay varias cosas que puedes hacer para ayudar, dependiendo de lo que esté ocurriendo, de la gravedad de la situación, de quién más esté allí y de lo seguro y cómodo que te sientas.

Después de que aquel hombre me gritara en el autobús, me animaron los pasajeros que se interesaron por mí para preguntarme si estaba bien. La gente puede no intervenir durante un incidente por muchas razones, sobre todo si la situación no es segura. Pero después, mostrar amabilidad a alguien y asegurarse de que no se siente solo puede marcar una gran diferencia. Una palabra de consuelo a la víctima, u ofrecerle ayuda para denunciar el incidente, continuar el viaje o salir del vehículo si así lo desea, pueden ser de gran ayuda.

Si el incidente no es violento, pero la víctima se siente claramente incómoda, una forma de intervenir (si te sientes seguro) es hacer una pequeña pregunta a la persona objeto de la agresión, ignorando al agresor. Puedes preguntarle qué hora es o cuál es la próxima parada. A veces, una distracción puede calmar la situación y romper la tensión, además de recordar a la víctima que no está sola. Para mí, sentirme aislada mientras se producía el incidente fue una de las peores partes.

Los testigos también pueden hacer otras cosas. Puedes observar lo que ocurre y utilizar esta información para denunciar el incidente. Toma nota de los detalles, como la línea de metro o la ruta del autobús y dónde estabas en el tren y la ruta. Intenta anotar tantos detalles como sea posible, como el aspecto del agresor y su vestimenta. 

Tanto si buscas una condena como si no, cuando los delitos motivados por el odio se denuncian adecuadamente pueden contribuir a revelar la verdadera magnitud del problema y ayudar a las autoridades a poner en marcha medidas para prevenirlos.

Una cosa que he intentado recordarme después de sufrir un delito de odio en el transporte público es que, en general, no es algo frecuente en mi día a día. De todos los viajes en metro y autobús que he hecho en los últimos dos años, me he encontrado con este comportamiento dos veces. De 2021 a 2022, hubo 1.899 denuncias de delitos de odio, con hasta 5 millones de viajes al día, en el transporte público. Pero, por supuesto, incluso un delito de odio es demasiado. Todo el mundo merece sentirse seguro, especialmente cuando se viaja por la ciudad más increíble del mundo durante el Orgullo.