Uzbekistán persigue a los defensores de los derechos LGTB+
Pronto podría ser ilegal en Uzbekistán respaldar públicamente la legalización del sexo gay, tras la aprobación de una nueva ley que prohíbe las críticas al presidente en Internet.
El miércoles (31 de marzo), Shavkat Mirziyoyev, presidente de Uzbekistán, firmó una ley de enmiendas al código penal del país que prohíbe las "injurias y calumnias" contra el presidente en Internet, por parte de medios de comunicación o particulares. La legislación no especifica qué se considera "insulto".
El gobierno ugandés persigue a los grupos de apoyo LGTB+
El gobierno ruso quiere eliminar a los grupos defensores del LGTB+
La nueva ley podría ser un indicio de lo que está por venir, ya que el país está estudiando un proyecto de muchos más cambios en el código penal.
En la actualidad, Uzbekistán prohíbe las relaciones sexuales consentidas entre personas del mismo sexo en virtud del artículo 120 del código penal vigente, y las infracciones pueden ser castigadas con hasta tres años de prisión.
El nuevo proyecto mantendría la prohibición, pero añadiría al código que el sexo gay es un delito "contra la familia, los niños y la moral".
Sin embargo, con las leyes que se están estudiando actualmente, incluso criticar la prohibición de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo podría ser ilegal.
Según Human Rights Watch, también se prohibiría "la falta de respeto a la sociedad, al Estado, a los símbolos del Estado (valores nacionales y universales)", así como cualquier convocatoria de protesta pública "que atente contra el orden establecido".
Aunque todavía no es técnicamente ilegal, las críticas al presidente de Uzbekistán y a las leyes del gobierno contra el sexo gay están lejos de ser seguras.
Además de ser criminalizadas, las personas LGBT+ en Uzbekistán suelen ser objeto de violencia, amenazas y extorsión.
Esta semana, el activista uzbeko de la comunidad LGBT+ Miraziz Bazarov fue hospitalizado tras ser golpeado con un bate de béisbol por haber denunciado la criminalización del sexo gay.
Bazarov, de 29 años, sufrió múltiples lesiones en los órganos internos y las piernas, incluida una fractura abierta del fémur izquierdo, y una grave conmoción cerebral.
Aunque había recibido varias amenazas antes del ataque y había alertado a la policía al menos diez veces, no se tomó ninguna medida.