Así dio una lección un futbolista gay que fue apartado de su equipo por su sexualidad
El futbolista Jake Williamson ama el deporte desde que era niño, pero crecer siendo gay le dificultó sentirse plenamente aceptado.
"En mi cabeza, mientras crecía... [pensaba]: 'No encajo, nunca voy a salir del armario, voy a vivir esta vida con mujer e hijos, y ese iba a ser yo'", cuenta Jake a PinkNews.
Un donante gay quiso ayudar pero fue rechazado por su sexualidad.
Un futbolista sale del armario frente a su equipo y su reacción es perfecta
A los 16 años, Jake empezó a jugar al fútbol semiprofesional. Tras un breve paso por un equipo de fútbol polaco después de la universidad, lo dejó todo para dedicarse a la carrera de entrenador personal.
Los planes de mudarse a Chicago para trabajar como entrenador en un gimnasio se vieron frustrados por COVID-19. De repente, Jake se encontró solo con sus pensamientos.
Conocer a su pareja a los 21 años lo cambió todo. Acabó saliendo del armario, en plena pandemia, una experiencia que fue "dura en sí misma".
No sabía que le aguardaban más retos.
Tras salir del armario, Jake se mudó a Birmingham y empezó a jugar en una liga de fútbol dominical. Se sinceró sobre su homosexualidad en una entrevista con el podcast de la BBC LGBT Sport Podcast, y a sus compañeros de equipo no les hizo ninguna gracia.
"Entonces experimenté la homofobia por primera vez. Me excluyeron completamente del equipo", afirma.
Sigue "enfadándose" y "alterándose" cuando piensa en lo ocurrido.
"Ya es bastante malo que, en la sociedad en la que vivimos, a veces nos hagan sentir que somos lo peor de la tierra, así que no está bien que tu propio equipo de fútbol te corte el rollo.
"No me impidió jugar al fútbol, pero fue algo que me hizo decir: 'Bien, necesito abordar esto en lugar de estar triste por ello'".
Llevo 20 años jugando al fútbol y todavía no he conocido a ningún jugador o entrenador que sea activamente gay.
Jake Williamson
El hecho de verse perjudicado por su propio equipo hizo ver a Jake que aún queda mucho camino por recorrer para las personas LGBTQ+ en el deporte.
Compartir su historia es su forma de ayudar. Poco después de ser expulsado de su equipo de fútbol, Jake empezó a utilizar las redes sociales para hablar de sus propias experiencias como deportista gay.
Se sorprendió al descubrir que a la gente le interesaba lo que tenía que decir. Desde entonces se ha convertido en embajador deportivo de la organización benéfica LGBTQ+ Stonewall.
"No soy nadie en especial; simplemente pensé que necesitaba tener voz y mostrar que éstas son las dificultades a las que se enfrenta la gente", afirma.
Me enorgullece decir que colaboraré con @stonewalluk como campeón deportivo (embajador) en 2023.
Mi objetivo es ayudar a la gente a ver lo increíble que es ser tu auténtico yo, pero también ayudar a cerrar las brechas en la comunidad y permitir que la gente se sienta conectada.
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Jake Williamson (@jakewilliamson4) 27 de diciembre de 2022
"He visto el impacto que ha tenido. La cantidad de mensajes que he recibido, la cantidad de gente que ha participado en las preguntas y respuestas en Instagram... está marcando la diferencia".
Gran parte del problema es la falta de representación en todos los deportes masculinos.
"Llevo 20 años jugando al fútbol y todavía no he conocido a ningún jugador o entrenador activamente gay", afirma Jake.
"Para mí es absolutamente asombroso.
"Dice mucho de los modelos de conducta y de sentirse aceptado en una comunidad cuando en realidad no hay una comunidad de la que formar parte".
La gente sigue considerando que ser gay es una debilidad
Está decidido a llegar a la raíz del problema: averiguar por qué el fútbol masculino sigue siendo un entorno tan difícil para que la gente salga del armario.
En su opinión, parte del problema radica en la cultura a veces tóxica de los aficionados.
"Es muy difícil decir: 'Mira, soy gay'... No es algo desconocido que la gente lo vea como una debilidad.
"Estos futbolistas que juegan en los grandes clubes (Chelsea, Manchester United, Manchester City, etc.) han pasado por la cantera. Todos han pasado por un sistema en el que tampoco hay homosexuales.
"Así que para ellos, no están viendo [la representación LGBTQ+]: sólo están centrados en el fútbol, y por eso la gente tiende a salir del armario después [de retirarse]".
Jake admite que no sabe si habría salido del armario de haber seguido una carrera profesional.
"Sólo porque he dejado de jugar al fútbol y he conocido a mi pareja me he dado cuenta de que está bien ser quien soy".
Quiere seguir manteniendo estas conversaciones para que las cosas sean mejores para los chicos que empiezan hoy en el fútbol.
"Hay que poder disfrutar del deporte sin ese peso sobre los hombros", afirma.
"No se puede salvar el mundo, no se pueden resolver todos los problemas bajo el sol, pero esa es la ruta y el camino que he tenido que recorrer.
"Quiero facilitar ese camino a la próxima generación".
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