barra head

El director del tercer episodio de The Last of Us quería engañar a los espectadores heterosexuales

"TIENEN QUE PODER IMPLICARSE EN UNA HISTORIA DE AMOR GAY"

El director de The Last of Us dice que tenía toda la intención de

El tercer episodio de The Last of Us, que explora una historia de amor gay, está siendo aclamado como uno de los mejores episodios de televisión de los últimos tiempos.

Nick Offerman (Bill) y Murray Bartlett (Frank) interpretan a los amantes en la primera gran desviación de la serie del videojuego original, con la historia centrada en la relación de la pareja antes y durante el brote de la infección fúngica mortal que desencadenó la caída de la civilización.

En declaraciones, el director del episodio, Peter Hoar, habló de tener que "engañar" al público heterosexual para que se implique en una historia de amor gay.

"A veces tienes que engañar al resto del mundo para que vea estas cosas antes de que digan: 'Dios mío, eran dos tíos. Me acabo de dar cuenta'", explica.

"Creo que entonces podrían entender que todo es real. Es el mismo amor".

Hoar, que es gay, también se refirió al desarrollo del carácter de Bill a lo largo del episodio.

"Yo diría que Bill no es un hombre gay, es algo menos binario. Es un hombre que nunca se descubrió a sí mismo. Vivió en un mundo de desconfianza... Se apartó de la sociedad".

El personaje de Bartlett nunca aparece en el videojuego The Last of Us, salvo por un esqueleto encontrado colgado de una soga en una casa abandonada junto a una nota de suicidio que culpa del acto a la paranoia de Bill (aunque si nos preguntas, un apocalipsis zombi es una excusa bastante buena para la paranoia).

En la adaptación televisiva -sin spoilers- el final de Frank es mucho más desgarradoramente trágico. Si eso es posible.

Hoar considera que el personaje de Frank fue la razón por la que Bill descubrió su sexualidad, y que la adaptación de la relación de la pareja trata mucho menos de ser gay que de dos personas simplemente enamoradas.

"[Bill] nunca iba a descubrir de forma natural de quién se iba a enamorar o a quién encontraba atractivo hasta que llegó Frank. E incluso entonces, no era sólo por ser un hombre, era porque él era Frank. Era porque Frank es Frank. Se trataba de asegurarse de seguir recordándoselo a todos.

"No es tan complicado como parece. Se trata de corazón, amor y verdad. Son amables y gentiles el uno con el otro. Hombres de mediana edad que se enamoran, eso no se da todo el tiempo, así que creo que fue bonito".

Hoar también reveló el significado de la toma final del episodio: una ventana abierta con las cortinas ondeando suavemente con la brisa.

"Quería un último momento con Bill y Frank, y no sabía de qué otra forma hacerlo. Pero si retrocedemos a través de su ventana, [vemos] las flores que han muerto, lo que también es desgarrador, y una de las fotos de Frank en la pared. Pensé que era nuestro último momento. Volvemos al mundo de Frank y Bill para esa última toma, porque yo no quería irme".

Si preguntas a cualquier fan del videojuego qué significa para él una ventana abierta, te dirá que es un reflejo de la pantalla de carga de The Last of Us; algo que Hoar no captó en un principio.

Por otra parte, si preguntas a cualquier fan de la adaptación televisiva qué le pareció el tercer episodio, seguro que te dirá que Hoar, Offerman y Bartlett le arrancaron el corazón.

The Last of Us se emite los domingos en HBO.

¿Y tú que opinas?

Nombre:

Noticias relacionadas