El museo LGBTQ+ ruso cierra tras la nueva ley que prohíbe la propaganda gay
El fundador del único museo LGBTQ+ de Rusia dijo que se vio obligado a cerrar sus puertas el miércoles después de que el presidente Vladimir Putin firmara una ley que amplía las restricciones contra lo que los legisladores llaman "propaganda gay".
La nueva legislación prohíbe en la práctica toda expresión LGBTQ+ en público o en los medios de comunicación, a medida que Moscú endurece la represión del debate abierto sobre las minorías sexuales y de género.
El Parlamento búlgaro prohíbe la "propaganda" LGBTQ+ en las escuelas
Un activista ruso es acusado de compartir propaganda gay en San Valentín
"El cierre del museo es una tragedia personal, pero no sólo eso: es la tragedia de mi pueblo y de mi patria", declaró el fundador del museo, Pyotr Voskresensky, de 37 años, en mensajes de texto.
El médico y activista Voskresensky inauguró la exposición temporal el 27 de noviembre en su piso de la ciudad de San Petersburgo.
Su objetivo era destacar figuras históricas LGBTQ+ a través de obras de arte y objetos como esculturas y libros, como un retrato del célebre compositor ruso Piotr Chaikovski, que los historiadores coinciden ampliamente en que era gay.
Alrededor de 200 personas visitaron el museo en menos de dos semanas, dijo Voskresensky.
Se cerró a raíz de la nueva legislación, promulgada el lunes, que amplió una prohibición de 2013 sobre la "propaganda gay" a los niños para abarcar ahora dicha expresión LGBTQ+ entre adultos en público, en línea o en películas, libros o publicidad.
La ley conlleva multas de hasta 400.000 rublos (6000 euros) para particulares y de hasta 5 millones de rublos (80.000 euros) para empresas y otras organizaciones.
Las autoridades ya habían utilizado la ley preexistente para impedir marchas del orgullo gay y detener a activistas de los derechos de los homosexuales. Los grupos de defensa de los derechos afirman que los legisladores pretenden expulsar de la vida pública los estilos de vida y la cultura LGBTQ+.
"La ley de 'propaganda gay' de 2013 fue un ejemplo descarado de homofobia política", dijo Tanya Lokshina, experta en Europa y Asia Central de Human Rights Watch, en una declaración escrita compartida antes de que Putin aprobara la nueva ley.
"Del mismo modo que la ley original supuso un estigma y un perjuicio significativos para las personas LGBT en Rusia, esta versión actualizada tendrá un efecto aún más asfixiante sobre la libertad de expresión, el bienestar y la seguridad."