El Tribunal Supremo de Nepal dictamina que una mujer trans es una mujer en un caso hist贸rico
El más alto tribunal de Nepal ha dictaminado que una mujer trans debe ser reconocida como mujer en sus documentos legales sin tener que someterse a una verificación médica.
Rukshana Kapali, estudiante de Derecho y activista por los derechos humanos incluida en la lista de las 100 mujeres de la BBC, ha demandado al gobierno nepalí más de 50 veces desde 2021 en un esfuerzo por lograr un reconocimiento de la identidad de género basado en los derechos.
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Aunque la histórica sentencia del Tribunal Supremo ha sentado un precedente para los derechos de las personas transgénero en el país, otras personas transgénero tendrán que solicitar al tribunal por separado que se reconozca su género sin intervención médica.
Desde hace más de una década, las autoridades expiden documentos en los que el género figura como "otro" o "tercer género" sobre la base de la autoidentificación. Sin embargo, las personas que desean cambiar sus marcadores a "M" o "F" están obligadas a someterse a cirugía de afirmación del género, que normalmente debe realizarse fuera del país, seguida de evaluaciones médicas y exámenes genitales en Nepal.
Kapali declaró a The Himalayan Times: "Estoy muy contenta y feliz de que este veredicto haya puesto fin por fin a la discriminación y estigmatización que sufría allá donde iba. Mi vida va a ser fácil a partir de ahora".
En febrero, Manisha Dhakal, directora ejecutiva de la organización LGBTQ+ Blue Diamond Society, declaró a Human Rights Watch (HRW) que "generaciones de nepalíes transgénero y de tercer género se han enfrentado a barreras y humillaciones debido a las lagunas políticas", y añadió: "Necesitamos un cambio ya. Comenzamos la lucha por nuestra dignidad en 2001 y obtuvimos una importante victoria en el Tribunal Supremo en 2007, pero el gobierno aún no ha aplicado la orden de reconocernos en base a nuestras identidades".
Ese mismo mes, Kapali declaró a HRW: "Las mujeres trans son mujeres, y los hombres trans son hombres, y Nepal tiene que corresponder a su reputación de supuesto faro de esperanza para las minorías sexuales y de género con un cambio político integral que respete nuestros derechos".
"Nepal recibió mucho crédito por instituir la opción del tercer género en los certificados de ciudadanía, pero no se aplica de forma coherente y no defiende los derechos de las personas que se identifican como mujeres y hombres".
