Gales ondea banderas arco iris en la Copa de Qatar
Después de que los equipos europeos abandonaran el brazalete One Love en apoyo de la causa LGBTQIA+ por las posibles sanciones de la Fifa, Gales encontró una forma alternativa de mostrar su apoyo a la causa. El miércoles, en el centro de entrenamiento del equipo en Qatar, se distribuyeron banderas con los colores del arco iris con el escudo de Gales en el centro.
También el miércoles, Alemania protestó por no poder llevar el brazalete, y los jugadores se taparon la boca en la foto oficial del equipo grabada poco antes de la victoria sobre Japón.
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Los brazaletes "One Love" se han convertido en el centro de atención en los últimos días ante la posibilidad de que la Fifa sancione a los deportistas que utilicen el artículo en los partidos del Mundial. La iniciativa fue lanzada por los Países Bajos hace unos años y no sólo está relacionada con la LGTBfobia, a pesar de contener los colores del arco iris, sino que también pretende ser una protesta contra el racismo y otras formas de prejuicio, en causas expresadas en otros colores presentes en el brazalete, que tiene un corazón y el número 1, en una referencia a la unidad en torno al amor.
El reglamento de la Copa del Mundo establece que la franja del capitán forma parte del equipamiento que la Fifa proporciona a los equipos, como las botellas de agua que se dejan en los banquillos, los chalecos que llevan los suplentes, las bolsas que utilizan los médicos cuando entran en el campo para atender a los jugadores lesionados.
Otro punto del reglamento de la Copa del Mundo establece que ninguna prenda de los uniformes o de la equipación de los equipos puede contener mensajes políticos o religiosos o comerciales. Los equipos que infrinjan esta norma están sujetos a una multa.
Así, se planteó por parte de la prensa europea la posibilidad de que la Fifa castigue a los equipos que apoyen la iniciativa One Love, ya sea con sanciones económicas o incluso deportivas, como una posible tarjeta amarilla al deportista que lleve el brazalete.
Qatar, anfitrión de la Copa del Mundo, es objeto de críticas por su historial de problemas de derechos humanos, como el de los trabajadores inmigrantes y la postura del país sobre los derechos de las mujeres y las personas LGBTQIA+. El Código Penal de Qatar prohíbe expresar la orientación sexual o la identidad de género o incluso mantener relaciones con personas del mismo sexo y establece, como pena máxima, incluso la lapidación. A pesar de prever en su estatuto, en el artículo 3, la protección de los derechos humanos, la FIFA ha evitado pronunciarse sobre la cuestión.