barra head

La Habana se viste con banderas gigantes del arco iris

ESTE AÑO ES CLAVE PARA LOS DERECHOS LGTB+ EN CUBA

La Habana se viste con banderas gigantes del arco iris en un año clave para los derechos de los LGBT+ cubanos

Cuba cubrió el lunes su Ministerio de Salud con una gigantesca bandera arcoíris para conmemorar el Día Internacional contra la Homofobia, en un año clave para los derechos LGBT+ mientras el país caribeño decide sobre un nuevo código de familia que podría aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Cuba, que envió a los homosexuales a campos de trabajo correccionales en los primeros años después de su revolución de izquierdas de 1959, hizo considerables avances en materia de derechos LGBT+ en las décadas de 2000 y 2010, a pesar de la persistencia generalizada del machismo.

El país insular introdujo el derecho a las operaciones de cambio de sexo gratuitas, prohibió la discriminación en el lugar de trabajo por motivos de orientación sexual y comenzó a celebrar congas anuales contra la homofobia, el equivalente cubano al orgullo gay.

Obligada a suspender la conga este año debido a la pandemia del COVID-19, La Habana añadió en su lugar un toque de orgullo gay a través de la bandera gigante del arco iris. Las autoridades dicen que también proyectarán la bandera en dos castillos coloniales de La Habana Vieja por la noche.

"Nunca pensé que viviría para ver la bandera del movimiento de la diversidad sexual colgada junto a la cubana en una institución tan importante como el Ministerio de Salud", dijo Teresa de Jesús Fernández, coordinadora de la red nacional de mujeres lesbianas y bisexuales, tras posar para una foto con la bandera.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, que cuando era un joven líder provincial desafió la ortodoxia del partido al respaldar un bar para personas LGBT, escribió en Twitter el lunes que el país estaba comprometido a garantizar todos los derechos para todas las personas.

Muchos miembros de la comunidad LGBT+ dicen, sin embargo, que se han sentido frustrados por la ralentización del ritmo del cambio en los últimos años, mientras que un puñado de otros países latinoamericanos han avanzado en la aprobación del matrimonio gay.

Los activistas se sintieron aún más irritados por la decisión de 2018 de retirar una enmienda a la nueva Constitución de Cuba que habría abierto la puerta a las uniones entre personas del mismo sexo tras la campaña de las iglesias evangélicas.

Las autoridades decidieron, en cambio, que la controvertida cuestión se determinara en la actualización del código de la familia, cuyo borrador está previsto que se presente en la sesión parlamentaria de julio, antes de que se someta a referéndum.

"Ya llegamos hasta aquí", dijo el activista LGBT+ Yasiel Valdés Girola, refiriéndose a la bandera frente al Ministerio de Salud. "Lo que queda es que el nuevo código de familia reconozca la unión legal entre dos personas, sin importar el género o el sexo, y la oportunidad de construir una familia".

Algunos activistas LGBT+ se quejan de que conseguir un cambio en la sociedad se ha complicado por el hecho de que las campañas de base fuera de las instituciones estatales son, en el mejor de los casos, complicadas, y en el peor, provocan enfrentamientos con las autoridades comunistas.

Hace dos años se produjo un cisma en la comunidad LGBT+ cuando un pequeño grupo de activistas celebró una marcha del orgullo gay independiente, que finalmente fue dispersada por la policía. Las autoridades lo denunciaron como un intento de socavar el gobierno.

Mientras tanto, las iglesias que se oponen al matrimonio gay disponen de poderosas plataformas para difundir su mensaje, que utilizaron en su beneficio durante la reforma constitucional, recogiendo firmas para una petición contra el artículo que habría abierto la puerta al matrimonio gay y despotricando contra él en las reuniones de las iglesias.

¿Y tú que opinas?

Nombre:

Noticias relacionadas