George Takei habla de su vida en un campo de prisioneros como hombre queer
En 1942, George Takei y su familia fueron encerrados en campos de internamiento con alambre de espino junto con otros 120.000 estadounidenses de origen japonés.
El actor nacido en California pasó años de su infancia en Camp Rohwer, en Arkansas, y en Camp Tule Lake, en el norte de California. Al finalizar la guerra, la familia de Takei regresó a Los Ángeles.
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"A mis padres les congelaron las cuentas bancarias, con lo que no pudieron pagar la hipoteca y su negocio quedó destruido", recuerda.
"Luego nos metieron en un campo de prisioneros vigilado por soldados armados".
Takei ha estado reflexionando mucho sobre su infancia últimamente: va a llevar su musical semiautobiográfico, Allegiance, al West End londinense.
La serie sigue a la familia Kimura en los años posteriores al ataque a Pearl Harbor, cuando se ven obligados a abandonar su granja de Salinas (California) y son enviados al Centro de Reubicación de Heart Mountain, en las llanuras rurales de Wyoming.
Los personajes son ficticios, pero su historia se nutre de las experiencias reales de Takei y sus padres. Se trata de un capítulo de la historia de Estados Unidos, pero también de su propia vida, que muy poca gente conoce.
"Yo era entonces un niño pequeño", dice. "Así que sólo de adolescente, en conversaciones con mi padre, llegué a comprender lo que había vivido".
Takei ha sido políticamente activo toda su vida. Fue delegado suplente de California en la Convención Nacional Demócrata de 1972 y, al año siguiente, se presentó como candidato al Ayuntamiento de Los Ángeles, quedando segundo entre cinco candidatos.
En 1980, Takei inició una campaña para asambleísta del estado de California, que abandonó para centrarse en la actuación y el activismo. Es partidario del Partido Demócrata y se ha opuesto frontalmente a los políticos de derechas que atacan a las minorías.
Cuando se declaró públicamente gay en 2005, fue en respuesta al veto del entonces gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, a la legislación sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Me pregunto por qué Takei cree que es importante llevar Allegiance al escenario ahora, en un entorno político polarizado en el que las voces extremas y conservadoras están cada vez más envalentonadas.
"El mismo tipo de cosas están ocurriendo hoy en día, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo", afirma.
"Los gobiernos actúan basándose en mentiras, sobre todo si hay una persona carismática o poderosa o autoritaria que pueda influir en mucha gente basándose en una mentira".
Me cuenta cómo el presidente Trump (al que se refiere como "el peor presidente de la historia de Estados Unidos") demonizó a los musulmanes.
"No diré su nombre, pero ya sabéis quién es", afirma. "El primer acto que hizo fue intentar aprobar la prohibición de viajar a los musulmanes. Los musulmanes no son terroristas, pero esa mentira se convirtió en lo que actuó."
Para Takei, la historia de lo que le ocurrió a su familia -y las mentiras que se difundieron para justificar el encarcelamiento racista de japoneses en Estados Unidos- resulta inquietantemente familiar en la actualidad.
"Incluso la guerra de Ucrania es una mentira", afirma. "Putin intenta decir que todo un trozo del planeta es parte de Rusia, y luego, sin provocación alguna, invade y dice que está siendo invadido...". Las mentiras son las que causan las mayores tragedias y demuestran que el animal humano sigue siendo una bestia."
Pocos días antes de nuestra entrevista, un hombre armado había matado a tiros a cinco personas en el Club Q de Colorado Springs, en un contexto de desinformación en los medios de comunicación sobre las personas LGBTQ+, especialmente las personas trans.
Tras el atentado, las personas influyentes de extrema derecha siguieron amplificando la retórica incendiaria contra los homosexuales y los transexuales en las redes sociales. En estos tiempos difíciles, Takei implora a las personas LGBTQ+ que no se desilusionen.
"Ahora mismo, podemos reaccionar", dice, refiriéndose de nuevo a cómo a personas como sus padres se les arrebató esa opción. "Tenemos la oportunidad de resistir".
"La gente con prejuicios o ignorancia o inseguridad intentará dividir a la gente e intimidarla, pero dejar que nos dividan sería algo peligroso".
George Takei
Parte de esta retórica antitrans de derechas ha sido un intento de poner a las personas LGB en contra de las personas trans, con grupos establecidos como la Fundación Heritage trabajando con nuevos grupos "críticos con el género" como la Alianza LGB.
"Siempre intentan dividir y conquistar, esa es la esencia de lo que está pasando", dice Takei al respecto. "La gente con prejuicios o ignorancia o inseguridad intentará dividir a la gente e intimidarla, pero dejar que nos dividan sería algo peligroso".
Antes de salir del armario en 2005, Takei era activista en otros temas, pero guardaba silencio sobre las cuestiones LGBTQ+.
"Hay que pagar un precio muy alto por ello y uno de los más altos fue el sentimiento de culpa", afirma.
Se siente "profundamente en deuda" con los "primeros pioneros" que salieron antes que él.
"Era una sociedad mezquina y ellos abogaban por mí, lo que me cargó de un gran sentimiento de culpa", dice. "Estoy profundamente en deuda con aquellos primeros pioneros. Salí del armario a los 68 años, y llevaba muchos años con Brad".
Ocultar su sexualidad fue en parte la razón por la que abandonó sus ambiciones políticas. En 1973, cuando se presentó por primera vez a las elecciones, estaba en el armario y le preocupaba constantemente que sus oponentes le descubrieran. Durante su carrera como actor se había colado en bares gays, y empezó a preocuparle que alguien pudiera estar dispuesto a desenmascararle.
"La política fue la actividad más desafiante a la que me dediqué y la 'investigación de la oposición' era lo que más me asustaba, porque podía ser devastadora política y psicológicamente", afirma.
Durante este tiempo, estuvo "siempre" en guardia. "Estaba paranoico", dice. "Me preguntaba si el chico guapo que se ofrecía voluntario lo era de verdad, o si estaba allí como señuelo".
Desde que salió del armario, Takei se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales. Se ha ganado una nueva generación de seguidores con sus publicaciones, que oscilan entre la furia justa y el humor, y la defensa de los derechos LGBTQ+.
Ser tan visible es como cerrar el círculo. Irónicamente, Star Trek, en la que interpretó al Sr. Sulu, siempre ha tenido muchos seguidores homosexuales, a pesar de que Takei estuvo en el armario hasta años después de su papel protagonista.
"Desde la primera temporada, la gente LGBTQ+ nos escribía cartas de fans", recuerda. "Les reconfortaba".
"Star Trek giraba en torno a la riqueza de la diversidad y las personas LGBTQ+ entendían esa filosofía".
A pesar de que se emitió en tiempos más conservadores, Takei explica que Star Trek trataba "metafóricamente" muchos temas, como los derechos civiles, la guerra de Vietnam y la paz en Estados Unidos. Hubo alienígenas que se enamoraron a pesar de ser de "razas" diferentes y, en 1968, el capitán Kirk (William Shatner) y la actriz negra Uhura (Nichelle Nichols) se besaron. Fue uno de los primeros besos interraciales en la televisión estadounidense.
"En mi generación, nunca tratamos el tema gay en Star Trek, pero ha habido personajes LGBTQ+ en los años posteriores", explica Takei, antes de contarme que planteó esta cuestión al creador de la serie, Gene Roddenberry, en su momento.
Roddenberry declaró que, aunque le encantaría explorar los romances entre personas del mismo sexo a través de las criaturas del universo Star Trek, temía las reacciones negativas. El beso interracial había causado una fuerte polémica en el Sur de Estados Unidos, y algunos estados se negaron a emitir el episodio. "Las audiencias de ese episodio bajaron mucho, así que temía que lo cancelaran si agitaba demasiado el barco", explica. "El tema gay era algo que el medio televisivo no permitía tratar en los años sesenta".
"El tema gay era algo que el medio televisivo no permitía tratar en los años 60".
George Takei
A la edad de 85 años, más de cincuenta desde que se convirtió en una estrella mundial, Takei difícilmente podría calificarse de desacelerado. Al fin y al cabo, pocos actores han debutado en los escenarios londinenses siendo octogenarios. ¿Cómo se mantiene motivado?
"Me encanta lo que hago y me siento bendecido por tener salud y apoyo y la oportunidad de hacerlo", afirma.
"Me encanta actuar, me encanta conectar con la gente, me encanta la ovación al final. Hay todas estas cosas cursis pero muy humanas que son convincentes. Y al mismo tiempo mi misión es concienciar y hacer frente a la ignorancia que hace daño a la gente".
George Takei protagoniza Allegiance en el Charing Cross Theatre de Londres del 7 de enero al 8 de abril de 2023 y las entradas están disponibles en londontheatredirect.com.
