Internet es el refugio de muchos jóvenes queer y su información se está filtrando

Mientras crecía en la costa del Golfo en Mississippi, Kenyatta Thomas se apoyaba en Internet y en otros adolescentes para aprender sobre sexo.

Thomas y sus compañeros vieron vídeos durante la clase de gimnasia del instituto que destacaban la importancia de la abstinencia, y los horrores que pueden derivarse del sexo antes del matrimonio. Pero para Thomas, que es bisexual y no binario, las lecciones no explicaban quiénes eran como persona.

Kenyatta Thomas, estudiante y activista de la Universidad Estatal de Arizona, participa en una protesta en apoyo del derecho al aborto. Fotografía: Cortesía de Kenyatta Thomas

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"Fue muy confuso tratar de entender quién soy y cuál es mi identidad", dice Thomas, que ahora estudia en la Universidad Estatal de Arizona. Fue en Internet donde Thomas conoció a toda una comunidad de jóvenes con experiencias similares. Los blogs de Tumblr les ayudaron a entender su lugar en el mundo y lo que significaba ser bisexual. "Pude encontrar las palabras para entender quién soy, palabras que no sería capaz de juntar en una frase si no existiera Internet".

Pero ahora, a medida que los estados adoptan leyes anti-LGBTQ y prohibiciones del aborto, la huella digital que Thomas y otros estudiantes dejan puede volver a perjudicarlos, advierten los defensores de la privacidad y los derechos civiles, y podrían ser sus dispositivos proporcionados por la escuela los que terminen exponiéndolos a ese peligro legal.

Durante años, las escuelas de Estados Unidos han utilizado herramientas de vigilancia digital que recogen información sobre la sexualidad de los jóvenes, detalles íntimos que se obtienen de las conversaciones de los estudiantes con sus amigos, las entradas de sus diarios y los historiales de búsqueda. Además, la información de los estudiantes recopilada por las empresas de vigilancia se comparte regularmente con la policía, según una encuesta reciente realizada por el Centro para la Democracia y la Tecnología, una organización sin ánimo de lucro. Estas dos realidades preocupan a Elizabeth Laird, directora de equidad en tecnología cívica del centro. Tras la derogación del Tribunal Supremo del caso Roe contra Wade en junio, dijo que la información sobre la sexualidad de los jóvenes podría convertirse en un arma.

"Ahora mismo -sin hacer nada- las escuelas pueden estar recibiendo alertas sobre estudiantes" que buscan en Internet recursos relacionados con la salud reproductiva, dijo Laird. "Si están en un estado que tiene una ley que penaliza el aborto, ahora mismo esta herramienta podría utilizarse para hacer cumplir esas leyes".

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Los adolescentes de todo el país ya se están organizando y difundiendo información para llenar el vacío para ellos y sus compañeros en el clima actual. Thomas, estudiante de la ASU y activista de la justicia reproductiva, dijo que si bien los estudiantes son generalmente conscientes de que los dispositivos y las cuentas de la escuela son monitoreados, la derogación de Roe ha llevado a algunos a tomar precauciones adicionales de privacidad.

"He pasado a usar Signal para hablar con amigos y colegas en este espacio", dijeron, refiriéndose a la aplicación de mensajería instantánea encriptada. "El miedo, a pesar de que durante toda la vida de mi generación se ha sabido que todo lo que haces está siendo vigilado, definitivamente se ha amplificado diez veces".

La policía lleva mucho tiempo utilizando las redes sociales y otras plataformas en línea para investigar a personas por presuntas violaciones de las leyes sobre el aborto, incluido un caso reciente en Nebraska en el que la policía obtuvo los mensajes privados de Facebook de una adolescente mediante una orden de registro antes de acusar a la joven, que entonces tenía 17 años, y a su madre de violar la prohibición estatal de abortar después de las 20 semanas de embarazo.

Los estudiantes LGBTQ se enfrentan a riesgos similares a medida que los legisladores de Florida y otros lugares imponen normas que prohíben las discusiones en el aula sobre la sexualidad y el género. Sólo este año, los legisladores han propuesto 300 proyectos de ley contra el colectivo LGBTQ y alrededor de una docena se han convertido en leyes. Entre ellos se encuentran las leyes de "no digas gay" en Florida y Alabama, que prohíben las discusiones en el aula sobre género y sexualidad y exigen a los funcionarios escolares que hablen con los padres de los niños que comparten que pueden ser homosexuales o transexuales.

En una encuesta, una quinta parte de los estudiantes LGBTQ dijeron al Centro para la Democracia y la Tecnología que a ellos o a otro estudiante que conocían se les había revelado su orientación sexual o identidad de género sin su consentimiento debido a la vigilancia de los estudiantes en línea. Eran más propensos que los estudiantes heterosexuales y cisgénero a decir que se habían metido en problemas por su actividad de navegación en la red y que la policía se había puesto en contacto con ellos por haber cometido un delito.

Los jóvenes LGBTQ tienen casi el doble de probabilidades que sus compañeros heterosexuales y cisgénero de buscar información sanitaria en Internet, según una investigación de la organización sin ánimo de lucro LGBT Tech. Pero a medida que proliferan las leyes anti-LGBTQ, las herramientas de vigilancia de los estudiantes deberían reconsiderar la recopilación de datos sobre la sexualidad de los jóvenes, dijo Christopher Wood, cofundador y director ejecutivo del grupo, a The 74.

"En este momento, no estamos en un paisaje o un entorno en el que sea seguro para una empresa", dijo Wood. "Si existe una remota posibilidad de que la información que están tratando de proporcionar para ayudar a un estudiante pueda conducirlo a un mayor daño, entonces tienen que analizarlo muy cuidadosamente y considerar si es la dirección apropiada para una empresa".

Seguimiento de la sexualidad de los jóvenes

Durante décadas, la ley federal ha exigido que la tecnología escolar bloquee el acceso a imágenes obscenas, que contengan imágenes de abuso sexual infantil o que se consideren "perjudiciales para los menores", y las escuelas han utilizado software de filtrado web para evitar que los estudiantes accedan a contenidos sexualmente explícitos. Pero en algunos casos, el software de filtrado se ha programado para bloquear sitios web pro-LGBTQ que no son explícitos, incluidos los que ofrecen asesoramiento en caso de crisis.

Muchas herramientas de supervisión de estudiantes, que experimentaron un importante crecimiento durante la pandemia, van mucho más allá del filtrado web y emplean la inteligencia artificial para identificar problemas graves, como la depresión y los impulsos violentos. Las herramientas pueden examinar las publicaciones de los estudiantes en las redes sociales, seguir sus movimientos digitales en tiempo real y escanear los archivos de los ordenadores portátiles proporcionados por la escuela -desde las tareas de clase hasta las anotaciones en el diario- en busca de señales de advertencia.

También han sido objeto de un mayor escrutinio. En un informe de este año, los senadores demócratas Elizabeth Warren y Ed Markey advirtieron que la adopción generalizada de estas herramientas por parte de las escuelas podría atentar contra los derechos civiles de los estudiantes. Al marcar palabras relacionadas con la orientación sexual, señala el informe, los jóvenes LGBTQ podrían ser sometidos a tasas disciplinarias desproporcionadas y ser revelados involuntariamente a sus padres.

En una carta de seguimiento enviada en julio, Warren y Markey advirtieron que las herramientas podrían plantear nuevos riesgos tras la derogación de Roe y preguntaron a cuatro de las principales empresas de vigilancia de estudiantes -GoGuardian, Gaggle, Securly y Bark- si marcaban a los estudiantes por utilizar palabras clave relacionadas con la salud reproductiva, como "embarazada" y "aborto".

"Nos preocupa extraordinariamente que su programa informático pueda dar lugar a un castigo o a la criminalización de los estudiantes que buscan anticonceptivos, abortos u otros servicios de salud reproductiva", escribieron Markey y Warren. "Con los derechos reproductivos bajo ataque en todo el país, representaría una traición a la misión de su empresa para apoyar a los estudiantes si no proporciona protecciones adecuadas para la privacidad de los estudiantes relacionados con la información de salud reproductiva."

Las empresas de vigilancia escolar han reconocido que sus herramientas rastrean las referencias sexuales de los alumnos, pero han tratado de restar importancia a los riesgos que suponen para los estudiantes. La portavoz de Bark, Adina Kalish, dijo que la compañía comenzó a purgar inmediatamente todos los datos relacionados con la salud reproductiva después de que un proyecto de opinión filtrado del Tribunal Supremo sugiriera que la derogación de Roe era inminente, a pesar de mantener un período de retención de 30 días para la mayoría de los demás datos.

"Al eliminar de forma inmediata y permanente los datos que contienen información sobre la salud reproductiva de un estudiante o las búsquedas de información sobre la salud reproductiva, dichos datos no están en nuestra posesión y, por tanto, no son producibles en virtud de una orden judicial, citación, etc.", escribió el director general de Bark, Brian Bason, en una carta de respuesta a los senadores, que la empresa compartió con The 74.

El portavoz de GoGuardian, Jeff Gordon, dijo que sus herramientas "no pueden ser utilizadas por los educadores o las escuelas para marcar los términos de búsqueda relacionados con la salud reproductiva" y que su filtro web no puede "marcar las búsquedas relacionadas con la salud reproductiva". Securly no respondió a las solicitudes de comentarios. El año pasado, una investigación de Vice News descubrió que su herramienta de filtrado web clasificaba los recursos de salud para adolescentes LGBTQ como pornografía.

El fundador y director general de Gaggle, Jeff Patterson, escribió en una carta a los senadores que su empresa no "recoge datos sanitarios de ningún tipo, incluida la información sobre salud reproductiva", especificando que la herramienta de seguimiento no señala a los estudiantes que utilizan los términos "embarazada, aborto, control de natalidad, anticoncepción o Planned Parenthood".

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Sin embargo, el seguimiento de las conversaciones sobre sexo es una parte primordial del negocio de Gaggle, más que las referencias al suicidio, la violencia o el consumo de drogas, según los casi 1.300 informes de incidentes generados por la empresa para las escuelas públicas de Minneapolis durante un periodo de seis meses en 2020. Los informes, obtenidos por The 74, mostraron que el 38% fueron provocados por contenido de naturaleza pornográfica o sexual, incluyendo referencias a "actividad sexual que involucra a un estudiante". Los estudiantes fueron marcados regularmente por utilizar palabras clave como "virginidad", "violación" y, simplemente, "sexo".

Patterson, director general de Gaggle, ha reconocido que la entrada de un diario privado de una estudiante sobre su violación no estaba prohibida. Al promocionar las capacidades de la herramienta, dijo a The 74 que su empresa descubrió la entrada del diario de una chica, en la que hablaba de cómo la agresión le había provocado problemas de autoestima y culpabilidad. Nadie sabía que tenía problemas hasta que Gaggle notificó a los funcionarios de la escuela lo que habían aprendido de su diario, dijo Patterson.

"Pudieron intervenir y conseguir que esta chica recibiera ayuda para cosas que no podría haber resuelto por sí misma", dijo Patterson.

Cualquier información que las empresas de vigilancia recojan sobre el comportamiento sexual de los estudiantes podría ser utilizada en su contra por la policía durante las investigaciones, advirtieron los expertos en privacidad. Y no está claro, según Laird, cuánto tiempo puede la policía conservar los datos obtenidos con estas herramientas.

Los motores de búsqueda de Internet son herramientas "particularmente potentes" para rastrear los comportamientos de las personas embarazadas, según un informe reciente de la organización sin ánimo de lucro Surveillance Technology Oversight Project. En 2017, por ejemplo, una mujer de Mississippi fue acusada de asesinato en segundo grado de su feto mortinato después de que la policía revisara su historial de navegación e identificara una búsqueda de una píldora abortiva.

Gaggle también se ha enfrentado al escrutinio por incluir en su algoritmo palabras clave específicas de LGBTQ, como "gay" y "lesbiana". Patterson dijo que la mayor vigilancia de los jóvenes LGBTQ es necesaria porque se enfrentan a una tasa de suicidio desproporcionadamente alta. Un portavoz de la empresa compartió ejemplos en los que las palabras clave se utilizaron para detectar incidentes de ciberacoso.

Pero ahora, en la era de las leyes "no digas gay", las herramientas de vigilancia digital podrían utilizarse para sacar a los estudiantes LGBTQ y ponerlos en peligro, dijo Wood, de la organización sin ánimo de lucro LGBT Tech. Las empresas de vigilancia estudiantil pueden alegar que su decisión de incluir la terminología LGBTQ está pensada para ayudar a los estudiantes, pero históricamente esos datos "se han utilizado contra nosotros de forma muy perjudicial".

Las empresas, dijo, son incapaces de controlar el uso que los funcionarios hacen de esa información en una época "en la que se anima a los profesores y administradores y a otros estudiantes a sacar a otros estudiantes o a culparlos o a meterlos en problemas de alguna manera por su identidad". En Texas, el gobernador republicano, Greg Abbott, emitió en febrero una directiva en la que pedía a los servicios de protección de la infancia que investigaran como maltrato infantil a cualquier padre que proporcionara atención sanitaria de afirmación de género a sus hijos transgénero.

"No pueden controlar lo que va a pasar en Florida o Texas y no pueden controlar lo que va a pasar en un hogar individual", donde los estudiantes podrían ser objeto de abusos, dijo Wood.

No confío en los adultos

Susan, una joven de 14 años de Cincinnati, conoce de primera mano cómo las empresas de vigilancia pueden dirigirse a los estudiantes que hablan de su sexualidad. En la escuela secundaria, le encargaron que escribiera una carta "cápsula del tiempo" a su yo del futuro.

Hasta que Susan recuperó la carta después de la graduación del instituto, su profesor dijo que nadie -ni siquiera él- la leería. Así que Susan, que ahora es una estudiante de primer año y pidió permanecer en el anonimato, utilizó el espacio privado para cuestionar su identidad de género.

Pero se enteró de que la seguridad de su profesor no era del todo cierta. Alguien había estado leyendo la carta y pronto la utilizaría en su contra.

En un correo electrónico automatizado de mayo de 2021, Gaggle le notificó que la carta dirigida a su futuro yo había sido "identificada como inapropiada" y la instó a "abstenerse de almacenar o compartir contenido inapropiado". En una "segunda advertencia" enviada a su bandeja de entrada, se le comunicó que un administrador de la escuela tenía "acceso a esta violación". Después de una tercera alerta, dijo, se restringió el acceso a su cuenta de correo electrónico escolar. Dijo que la experiencia la dejó con "una sensación de traición por parte de mi escuela". Dijo que no tenía ni idea de que palabras como "gay" o "sexo" pudieran ser marcadas por el algoritmo de Gaggle.

"Es frustrante saber que este programa encuentra la necesidad de tener estas palabras clave, y bastante deprimente", dijo. "Parece que siempre va a haber opresión contra la comunidad en alguna parte, y es bastante descorazonador".

Los administradores de la escuela revisaron la carta de la cápsula del tiempo y determinaron que no contenía nada inapropiado, dijo su madre, Margaret. Mientras que Susan vive en un hogar que afirma el LGBTQ, Thomas, que creció en Mississippi, advirtió que no es el caso de todos.

"Eso no es sólo la vigilancia de tus actividades, es la vigilancia de tus pensamientos", dijo Thomas sobre la experiencia de Susan. "Sé que eso no me habría ido muy bien y sé que para muchos jóvenes eso los pondría en mucho peligro".

Estos daños podrían agravarse, según Margaret, si las autoridades utilizan los datos de los estudiantes para aplicar la estricta prohibición del aborto en Ohio.

Un portavoz de las escuelas públicas de Cincinnati, Mark Sherwood, dijo en un correo electrónico que "se contacta inmediatamente con las fuerzas del orden" si el distrito recibe una alerta de Gaggle que sugiera que un estudiante representa "una amenaza inminente de daño a sí mismo o a otros".

Con una estricta prohibición del aborto de seis semanas en Ohio, Susan dijo que le preocupaba que las conversaciones de los estudiantes y las tareas de clase que discuten el género y la sexualidad pudieran terminar en manos de la policía. Perdió la fe en la tecnología de la escuela después de que su tarea fuera marcada por Gaggle.

"Simplemente no confío en los adultos en posiciones de poder o autoridad", dijo Susan. "Realmente no sabes con certeza cuáles son sus verdaderos motivos o lo que podrían estar haciendo con las herramientas que tienen a su disposición".