Irán, Bielorrusia y Turquía: otros países en los que el activismo LGBT no es fácil
Irán, Bielorrusia y Turquía: otros países que consideran el activismo LGBT ilegal.
El periodista Paul Canning ha decidido contarnos la situación política de los gays en otros países que no son Rusia, para dejar claro que Putin no es el único con la eliminación de los homosexuales en su agenda. Concretamente los países que cuenta en su artículo son tres: Irán, Bielorrusia y Turquía.
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Lo cuenta porque considera que, con todo el revuelo que se ha armado en Rusia con su ley anti gay, es el momento de aprovechar y hacer visible la homofobia presente en los gobiernos de distintos países, para que la lucha no decaiga. Y trae tres ejemplos muy diferentes:
- Bielorrusia: El líder de la antigua república soviética, Lukashenko, siempre se ha mostrado abiertamente homófobo, acusando al oeste de intentar volver a sus ciudadanos gays. Aunque el país aún no criminaliza la homosexualidad como su colega Rusia, hay fuertes rumores de que quieren subirse al mismo carro y llevar a cabo otra ley anti propaganda. Lo más fuerte, y totalmente real, es que consideran el activismo LGBT como posible terrorismo, considerando que son una sociedad que incluyen muchos criminales que llevan a cabo actos ilegales.
-Iran: Como era, tristemente, de esperar, Iran criminaliza la identidad homosexual. Vamos, que ser gay es un crimen, castigado con de 31 a 74 latigazos si te pillan manteniendo relaciones, besándote, acariciando a otro hombre o tafkhiz, que traducen como "rozar el pene con las nalgas de otro hombre sin penetración".
- Turquía: el caso de Turquía es peculiar. Junto a Albania, es el único país con mayoría musulmana que ofrece protección legal a los ciudadanos LGBT. Eso, obviamente, está muy lejos de la realidad social de la calle. El mérito de esta protección legal no es de la Unión Europea, que parece que está para otras cosas, sino de los propios activistas LGBT turcos, que con mucha presión y ahínco, han conseguido que se respete su condición sexual. Pero lo suyo les ha costado.
Estos países, cada uno por sus propias razones, deberían servir de ejemplo para todos, ya sea para bien o para mal. Y que no nos olvidemos que Rusia no es el único país que pretende eliminar la homosexualidad y los homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales del mundo.