La importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento temprano en el VIH

En España existen entre 140.000 y 170.000 personas infectadas por el VIH. Además, se estima que en la actualidad una quinta parte no está diagnosticada, lo que implica que más de 20.000 personas que son portadoras, no están recibiendo tratamiento y podrían transmitir el virus a sus parejas sexuales. Sin tratamiento,  el virus va deteriorando el sistema inmunitario del paciente, lo que conlleva la aparición de infecciones y, en los estadios más graves y avanzados, enfermedades definitorias del SIDA que pueden acabar con la vida.

Según los últimos datos publicados en el Informe de Vigilancia Epidemiológica del VIH y SIDA en España por el Ministerio de Sanidad, en 2019 se diagnosticaron 2.698 nuevos casos en nuestro país. El 85,8% fueron hombres y el 14,2% mujeres. El 56% fueron HSH (hombres que tienen sexo con otros hombres) y el 32% población heterosexual. Además, por franja de edad, el 49,4% fueron personas entre 25 y 39 años.

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Por estas razones y otras muchas más, con motivo del Día del Orgullo junto al apoyo de Gilead, queremos visibilizar la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento temprano en el VIH. 

Para ello, hemos contado con Jorge Garrido, secretario de CESIDA y director de Apoyo Positivo (www.apoyopositivo.org), una organización de innovación social comunitaria que trabaja con algunas de las comunidades más vulnerables en las áreas de SALUD (especialidad en salud sexual) ha querido proporcionarnos contenido exclusivo que todos y cada uno de nosotros deberíamos saber para una mejor concienciación de este virus:

Previamente Jorge nos explica cuál es la diferencia entre el VIH y el SIDA, ya que a pesar de que el primer caso detectado en España fue hace 40 años, estos dos términos siguen confundiéndose con frecuencia: El VIH es el virus que destruye al sistema inmunitario que si se desarrolla sin un control o tratamiento médico ocasiona un síndrome que es el SIDA, la etapa final de la infección. No es lo mismo estar infectado por el VIH que tener Sida.

Respecto a las principales vías de contagio, nos aclara Jorge Garrido: “lo principal que nos gusta transmitir es que no hablamos de vías de contagio de simple transmisión, hacen falta una serie de prácticas muy concretas con una serie de características para que se produzca esa transmisión del virus. Hoy en día las principales son por la vía sexual en la que dependiendo de la persona , la práctica y de las medidas preventivas que lleves con la otra persona, incluso el uso de determinadas sustancias estupefacientes puede estar en mayor o menor grado de riesgo ante el virus”

Es importante recordar que hoy en día el tratamiento consigue  que las personas con VIH lleguen a un estado de indetectabilidad, es decir, que no transmite el virus  por lo que si una persona tiene relaciones sexuales con una persona con VIH tratado no es el mismo riesgo.

En caso de haber estado expuestos a este tipo de práctica de riesgo, el primer paso es querer hacerte la prueba, y superar esa barrera hacia el estigma o el miedo a ser diagnosticadxs. Para saber si una persona ha contraído el virus, la única forma es hacerte una prueba.

¿Cada cuánto se recomienda realizar la prueba?

Como cualquier proceso de una infección, depende de las prácticas que una persona tenga en su vida sexual (en este caso, una de las mayores vías de transmisión), los métodos preventivos que utilicen, la frecuencia de esas prácticas… Es un uso personalizado de diagnóstico. Sin embargo, el perfil que tiene unas prácticas mucho más activas o de riesgo, recomendamos que se haga esta prueba mínimo cada año o cada 6 meses.

Lo bueno es que tenemos muchos recursos que podríamos aprovechar si se aborda ese estigma hacia el VIH que tenemos como sociedad.

¿Por qué crees que a día de hoy todavía no somos conscientes de que una prueba rápida, indolora, anónima y confidencial podría salvar vidas?

Jorge nos cuenta: “Relacionado con la COVID-19, a todxs nos están haciendo pruebas, todxs nos exponemos a vacunas… Con el VIH podría ser igual, tan sencillo como tratarlo desde que surgió, detectarlo y hacer tratamientos que hoy en día son excelentes y permiten una calidad de vida casi igual que una persona que no tiene la infección. Sin embargo, no se ha contado desde los espacios que debían ser, como las autoridades o espacios sanitarios. Esta historia se ha contado condicionada por la vulnerabilidad de estas personas que afectaba la infección con un estigma que ha hecho que una persona tenga miedo al diagnóstico. Puede que abordar el estigma podría hacer desaparecer ese miedo de realizar la prueba.”

La ONUSIDA ha marcado una serie de objetivos 95-95-95-95: Para 2030 planean llegar al 95% de pacientes diagnosticados, el 95% de diagnosticados tratados, el 95% libre de carga viral, y el 95% con una buena calidad de vida.  

El impacto del diagnóstico va más allá, el VIH aunque hoy en día está muy controlado y va camino de una futura cura, el verdadero impacto llega cuando cambia la vida personal del diagnosticadx. Por eso, existen esta serie de entidades sociales y comunitarias que llevan varios años especializadas en apoyo psicológico y distintos programas o actividades que dan respuesta a los posibles problemas que se les pueda presentar ante esa “calidad de vida” que buscamos, ya sea contar la noticia en su entorno familiar, laboral… y mejorar la vulnerabilidad que los diagnosticados sufren dia a dia . 

¿Qué programas o actividades de Apoyo Positivo buscan esa “calidad de vida”?

Apoyo positivo nace en el año 1993 como un recurso de innovación social comunitaria que atiende a esa diversidad en salud, educación y derechos.

Algunos de los programas que aportan y buscan esa calidad de vida son: Diagnóstico privado de infecciones, programas de apoyo psicológico, un piso de acogida con personas de mayor vulnerabilidad que lo necesitan, orientación laboral... Cubre todo el impacto que puede suponer el diagnóstico del VIH en una persona.

Apoyo Positivo ha adquirido e interiorizado esos objetivos de ONUSIDA pero va más allá, sirviendo todas las necesidades sobre la salud, la educación y la mejora social de este tratamiento.