Los sonetos de William Shakespeare demuestran que era bisexual
Analizaron los 182 sonetos que Shakespeare escribió desde alrededor de 1578 y descubrieron que, mientras que diez fueron escritos para mujeres, 27 estaban realmente dirigidos a hombres. La mayoría están "abiertos en su dirección del deseo" incluyendo su más famoso "Te compararé con un día de verano".
"El lenguaje de la sexualidad en algunos de los sonetos, que definitivamente están dirigidos a un sujeto masculino, no nos deja ninguna duda de que Shakespeare era bisexual", dijo uno de los investigadores.
"Se ha puesto de moda desde mediados de los 80 pensar que Shakespeare es gay. Pero estaba casado y tenía hijos. Algunos de los sonetos están dirigidos a una mujer y otros a un hombre. Reclamar el término bisexual parece ser algo muy original".
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El estudio finalmente llego a una conclusión después de reorganizar cuidadosamente los sonetos en su orden cronológico más probable e intercalarlos con sonetos de las obras de Shakespeare.
Los sonetos fueron vistos anteriormente como una sola secuencia, pero los eruditos creen que en realidad eran una serie de versos individuales o interrelacionados que representaban "algunos de los más poderosos poemas líricos, resonantes y memorables jamás escritos sobre lo que se siente al experimentar el amor romántico".
Desafían a los críticos anteriores por tratar de forzar una "narrativa única y determinista" en los sonetos, sugiriendo que era más probable que se dirigieran a muchas personas diferentes en el curso de 30 años.
En particular, existen "dos minisecuencias bisexuales", los sonetos 40 a 42 y 133 a 134, que, en su opinión, tienen "profundas repercusiones en la forma en que entendemos la vida de Shakespeare".
En ellas, señalaron una relación a tres bandas. "El soneto 40 comienza con enfado: 'Toma todos mis amores, mi amor, sí, tómalos todos' e incluye la línea: 'Entonces, si por mi amor recibes mi amor', implicando que su amor ha sido traicionado", dijo.
"En el Soneto 41 Shakespeare, a pesar de la traición, admira la belleza de su amante masculino y femenino: "Su belleza la tienta a ti, y la tuya a mí."