Nueva Zelanda prohíbe la terapia de conversión
El parlamento neozelandés ha aprobado casi por unanimidad la legislación que prohíbe la terapia de conversión LGBT+, y un ministro del gobierno ha declarado que es un "gran día para las comunidades arco iris de Nueva Zelanda".
El proyecto de ley fue aprobado el martes (15 de febrero) con 112 votos a favor y 8 en contra.
Nueva Zelanda se compromete a eliminar la terapia de conversión
Nueva Zelanda no prohibirá la terapia de conversión en un futuro cercano.
"Es un gran día para las comunidades arco iris de Nueva Zelanda", dijo el ministro de Justicia, Kris Faafoi.
"Las prácticas de conversión no tienen cabida en la Nueva Zelanda moderna".
Según la legislación, será un delito realizar terapias de conversión cuando las prácticas hayan causado "daños graves", y los infractores podrán ser condenados a penas de hasta cinco años de prisión.
Cuando la víctima sea un niño o un joven menor de 18 años, o alguien con capacidad de decisión disminuida, la terapia de conversión será automáticamente un delito, y estará sujeta a una pena de hasta tres años de prisión.
La prohibición de la terapia de conversión sigue a las recientes prohibiciones generales en Francia, Canadá y Albania, mientras que los activistas del Reino Unido que presionan para poner fin a la terapia de conversión se han encontrado con años de retrasos.
En 2018, el gobierno británico se comprometió a prohibir la terapia de conversión, sin embargo, los avances han sido lentos. En octubre de 2021, el gobierno abrió una consulta de seis semanas sobre la prohibición. Sin embargo, el proceso se retrasó porque el gobierno amplió la consulta ocho semanas más en diciembre de 2021, hasta el 4 de febrero.
Los conservadores, que han pasado casi cuatro años anunciando la prohibición, aún no han establecido los pasos a seguir.
Los activistas han criticado la propuesta de prohibición por "quedarse corta" para ser efectiva, ya que un "resquicio" para el "asesoramiento religioso" permitiría seguir practicando algunas formas de terapia de conversión basada en la fe.
Jayne Ozanne, presidenta de Prohibir la Terapia de Conversión, dijo: "Las propuestas actuales están muy lejos incluso de las mejores prácticas internacionales actuales... particularmente porque crean lagunas tan significativas que permitirán que la mayoría de este abuso degradante continúe".
