Siete pioneros LGTB+ de los videojuegos

Mucha gente desconoce que las personas LGBT+ han estado muy implicadas en la revolución de los videojuegos desde sus inicios, en gran medida porque sus logros suelen estar ocultos o no se celebran.

El mundo de los videojuegos, tal y como es hoy en día, parece haber existido siempre, pero quizá no te des cuenta de que en realidad no tendrías algunos de tus juegos favoritos, o las consolas para jugarlos, si no fuera por estas personas LGBT+ pioneras que tomaron el mundo de la tecnología por asalto.

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Con esto en mente, pensamos que ya era hora de que echáramos un vistazo a siete de estos increíbles pioneros LGBT+ que ayudaron a dar forma a la industria del juego, tanto en sus inicios como en la actualidad.

David Gaider

David Gaider es uno de los principales escritores de videojuegos, además de un hábil diseñador narrativo, novelista y director creativo. No sólo ha definido los videojuegos de rol de fantasía de los últimos 20 años, como Baldur's Gate II: Shadows of Amn y Star Wars: Knights of the Old Republic, sino que también ha sido el impulsor de algunas de las novelas y cómics más adorados de la cultura pop.

La misión de David de cambiar la narrativa de la representación y los derechos del colectivo LGBT+ en los juegos dio origen a uno de los personajes gay más emblemáticos de los videojuegos: Dorian Pavus, de Dragon Age.

En una entrevista con IGN, David explicó por qué era tan importante desafiar el statu quo, diciendo: "En nuestra industria existe la tendencia a que todos los personajes sean por defecto heterosexuales, blancos y masculinos, y nadie cuestiona ese defecto. Ningún personaje tiene que justificar por qué es heterosexual, blanco y masculino.

"En el momento en que los conviertes en cualquier otra cosa, de repente necesitas razones por las que eso está bien... ¿o no? Es necesario un cierto grado de deliberación para desafiar la idea de lo predeterminado, y aunque parezca poco natural hacerlo, es absolutamente necesario. Es una forma de crear sin hacer las cosas de forma irreflexiva de la misma manera simplemente porque así es como las has hecho siempre".

Danielle Bunten Berry

El recuerdo de Danielle Bunten Berry vivirá para siempre en la industria de los videojuegos. Como una de las muchas mujeres trans pioneras en el diseño y la programación de juegos, ayudó a influir en el género multijugador con el nacimiento del icónico videojuego de estrategia multijugador de los años 80 M.U.L.E, que combina los estilos en tiempo real y por turnos mientras luchas por la tierra y los recursos en un planeta recién colonizado.

Desde Las Siete Ciudades de Oro hasta Global Conquest, Danielle fue galardonada con el Premio a la Trayectoria por la Asociación de Desarrolladores de Juegos de Ordenador en 1998, antes de fallecer tristemente ese mismo año tras serle diagnosticado un cáncer de pulmón. En 2000, su colega Will Wright dedicó el lanzamiento de su juego Los Sims a la memoria y el legado de Danielle. También fue incluida en el Salón de la Fama de la Academia de Artes y Ciencias Interactivas en 2007.

Rebecca Heineman

Veterana de la industria de los videojuegos, la diseñadora de videojuegos estadounidense Rebecca Heineman ha participado en varios títulos emblemáticos, desde Crystal Quest hasta DOOM. También es uno de los miembros fundadores de varias empresas de videojuegos, como Interplay Productions, Logicware, Contraband Entertainment y Olde Skül.

Desde su participación en el consejo asesor del Museo de Historia de los Videojuegos hasta su participación en la junta directiva de la organización LGBTQ+ GLAAD, Rebecca es una de las mujeres transgénero con más éxito en la industria de los videojuegos. En 2017, fue incluida en el Salón Internacional de la Fama de los Videojuegos.

En la serie de Netflix High Score, Heineman habla de su primer logro en el mundo de los videojuegos, a saber, convertirse en la primera campeona nacional de videojuegos en 1980, cuando fue coronada como la mejor jugadora de Space Invaders del país con sólo 16 años.

Jamie Fenton

Jamie Fenton ha sido una voz y una presencia activa en la comunidad de los juegos para mujeres transgénero desde 1998. Como diseñadora principal del emblemático juego de arcade Gorf de 1981, Jamie fue una de las creadoras del software VideoWorks de MacroMind (que posteriormente pasó a llamarse Macromedia Director).

Al estudiar tecnología informática en la escuela, Jamie sabía que quería ser una fuerza impulsora de la programación informática y pasó muchos años estudiando y siendo voluntaria para ayudar a rediseñar y programar máquinas de pinball.

Maddy Thorson

Maddy Thorson es el genio canadiense que está detrás del desarrollo de no uno, sino dos populares juegos independientes: TowerFall y Celeste. Thorson salió del armario como no binaria en julio de 2019 y utiliza los pronombres ellos/ellas. Utilizando sus experiencias vitales como referencia, Maddy creó el personaje, Madeline, en el juego Celeste, que era transgénero - con Thorson revelando más tarde en una entrevista con PC Gamer que el proceso de creación del juego "fue una reflexión sobre su propia llegada a un acuerdo con su identidad de género". El legado de Maddy en el mundo de los videojuegos le valió un puesto en la lista anual de Forbes "30 Under 30".

Veda Hlubinka-Cook

En los años 80, Veda Hlublinka-Cook fue una talentosa y pionera programadora de videojuegos en Broderbund Software, Inc. diseñando y escribiendo juegos como Gumball y D/Generation, e incluso modelando uno de los personajes del juego Prince of Persia de Jordan Mechner de 1989. Veda salió del armario como transgénero en 2017.

Cathryn Mataga

Conocida por ser la fundadora de la empresa de juegos Junglevision, Cathryn Mataga es una de las principales programadoras de juegos del mundo. Ya en los años 80, escribía los primeros videojuegos para el ordenador Atari de 8 bits con Synapse Software. Desde el juego de disparos Shamus (1982) hasta X-Men: Reign of Apocalypse y Spiderman 2, Cathryn ha sido una voz visible y una activista de la comunidad LGBT+, abriendo muchas puertas a las personas que querían ser aceptadas por lo que son, y por su talento, y nada más.