Soy una futura novia trans que vive su cuento de hadas
Es la Semana de la Concienciación Trans, el momento del año dedicado a la celebración de las vidas trans, en vísperas del Día de la Memoria Transgénero, que conmemora a las víctimas de la violencia transfóbica.
Como mujer trans que lleva compartiendo su vida públicamente desde 2016, mi objetivo es animar a mi comunidad y concienciar sobre la alegría que sienten las personas trans cuando son tratadas con aceptación, respeto y derechos humanos. Siento que es mi deber ayudar a educar al público cis-het para que entienda mejor a las personas transgénero, como una forma de mantener la aguja en movimiento hacia la igualdad transgénero.
Como futura esposa trans, estoy demostrando que las personas trans podemos tener relaciones felices, sanas y amorosas, y con parejas cisgénero y heterosexuales (si queremos). Pero yo no siempre salí del armario y tardé años en conocer al verdadero amor de mi vida.
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Después de hacer la transición en el instituto y convertirme en la primera reina transgénero del baile de graduación, decidí vivir en secreto para sentirme segura en la universidad y en los años siguientes. Cuando Caitlyn Jenner salió del armario, supe que había llegado el momento de contar mi historia al mundo. Caitlyn se convirtió en el ejemplo con el que asociar la transexualidad. Me di cuenta de la importancia de mostrar a la gente una faceta diferente de la transexualidad, en la que se nos apoya desde una edad temprana y, si se nos da la oportunidad de hacer la transición de forma segura, podemos tener éxito en todas las facetas de la vida.
Tuve el privilegio de recibir ayuda de mi familia, mis amigos y mi terapeuta cuando hice la transición. Me dio poder para tomar mis propias decisiones sobre mi cuerpo al tomar bloqueadores hormonales para detener la pubertad masculina y, un año después, estrógenos para pasar a la pubertad femenina. La guinda del pastel fue un proceso de transición más suave, y los resultados fueron todo lo que había soñado y más.
A medida que crece la concienciación y el apoyo a nuestra comunidad, crece también el número de personas que intentan acabar con nosotros. Yo soy la prueba de por qué es crucial que las odiosas leyes antitrans no sigan aprobándose en este país, ya que la mejor forma de hacer una transición saludable es hacerlo con el plan de cuidados adecuado, guiado por los profesionales médicos y de salud mental adecuados.
Llevo 7 años contando mi historia abiertamente, y en los dos últimos, ¡conocí y me enamoré de mi futuro marido, Lyle! Nos casaremos el próximo junio de 2024 en Chicago, y no podría estar más feliz. Antes de conocerle, él nunca había interactuado con una persona trans; y su familia tampoco. (Este es el caso de la mayoría de las personas. Un estudio de 2016 concluyó que el 71% de la población estadounidense no había interactuado antes con una persona trans. Esa cifra ha aumentado desde entonces. En 2021, una encuesta concluyó que el 42% de los estadounidenses conoce a una persona trans, pero la mayoría sigue sin entenderlas).
Conocer a Lyle ha sido una de las mejores cosas que me han pasado. En noviembre de 2021, estaba en una fiesta cuando Lyle le hizo photobombing a mi selfie en el espejo. Nos pusimos a hablar y, tras nuestro primer beso, hicimos planes para volver a vernos. Cerramos el restaurante en nuestra primera cita porque no podíamos dejar de hablar. En nuestra segunda cita, le dije que era transgénero, y él me aceptó inmediatamente y me hizo sentir cómoda. No me hizo ninguna de las preguntas groseras o tontas que la mayoría de los chicos hacen cuando se lo cuento. Seguimos saliendo y nuestra relación fue creciendo. Mi amor por Lyle creció aún más cuando conocí a su familia, que enseguida me aceptó a mí y a nuestra relación, lo que en sí mismo es un sueño hecho realidad.
Cuando Ray, el hermano de Lyle, empezó a cuestionarse su identidad hace años y se lo expresó a un familiar cercano, no recibió la reacción más cálida. Pero ahora, después de conocerme, ese familiar apoya totalmente a Ray. Este es el ejemplo perfecto de por qué la concienciación y la visibilidad son tan importantes: ¡pueden cambiar literalmente para mejor la vida de las personas y de sus familiares y amigos!
Cuando yo hice la transición, solo unos cientos de miles de personas se identificaban como transgénero. Dependiendo de dónde se mire, entre 1,6 y 2,6 millones de adultos se identificarán como transgénero en 2023. No cabe duda de que los transexuales no van a desaparecer, y creo que esta cifra aumentaría exponencialmente si hubiera más apertura hacia la comunidad.
La forma de avanzar es siendo visibles y haciendo que la gente nos conozca viviendo nuestras vidas con autenticidad y sin avergonzarnos de ello. Dado que los niños son nuestro futuro, cuanto más visibles seamos ahora las personas trans, más conciencia se creará; los niños trans serán más capaces de autoidentificarse y, con suerte, recibirán antes la atención adecuada, lo que les llevará a una vida más plena. La concienciación puede lograrse simplemente siendo y viviendo tu verdadero yo en voz alta. Es posible encontrar seguridad en compañeros que nos celebren, nos amen y nos apoyen; pero sobre todo, quiero que la gente tome conciencia de que el amor, cualquier tipo de amor, para la comunidad trans es posible.