Un colegio en Cerdanyola del Vallès, condenado por permitir la homofobia
Un colegio en Cerdanyola del Vallès, condenado por permitir la homofobia.
Una escuela en Cerdanyola del Vallès, en la provincia de Barcelona, ha sido condenada a pagar 50.000 euros a una familia por su pasividad ante el bullying homófobo que sufrió uno de sus alumnos.
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J.M.M. vivió un verdadero calvario entre 2004 y 2009, en el que sus compañeros le pegaban, insultaban y machacaban tanto física como mentalmente. Lo escandaloso del asunto es que el colegio conocía todos los detalles y decidió dejarlo pasar. Quizá pensaron que era una chiquillada. O quizá apoyaban a los homófobos. Lo que está claro es que no movieron un dedo, negaron lo evidente y ahora, por fin, una sentencia hace justicia.
Las historias son de lo más terribles: en una excursión intentaron tirarle de un coche en marcha, "meterle palos por el culo" y le intentaban lanzar constantemente por las escaleras. Todo eso acompañado de un acoso verbal constante, recordándole que era un "maricón" y avisando a todos los compañeros de que no se acercaran "porque se podían infectar".
En 2009, el acoso salió de las aulas y llegó a la red: colgaron fotos del chico junto a mensajes homófobos. Resultado: casi 3 años de tratamiento psicológico. El coste de ese tratamiento son los 50.000 euros que debe pagar el colegio según la sentencia. Vamos, que el chaval ha tenido que pasar por un verdadero infierno para que tenga derechos.
Es el momento de que las escuelas pierdan el miedo a los acosadores, tanto homófobos como racistas o de cualquier otro tipo. Callar os convierte en cómplices, y el ejemplo que dais a los alumnos es muy, muy pobre.