Un grupo de padres demanda al colegio por permitir usar pronombres propios
Un grupo de padres de Wisconsin (EE.UU.) ha interpuesto una demanda contra el colegio de sus hijos por una política que permite a los alumnos utilizar el nombre y los pronombres elegidos sin comunicárselo a sus padres.
Los padres alegan que, al permitir que los niños utilicen pronombres diferentes o un nombre distinto, la escuela ha violado su "derecho constitucional fundamental" a "educar a sus hijos".
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Los estudios han descubierto que el uso sistemático del nombre o los pronombres correctos para los jóvenes trans reduce la probabilidad de que se vuelvan ansiosos, deprimidos y suicidas. El intento de persuadir a un niño para que no sea trans, también conocido como "terapia de conversión", tiene el efecto contrario y se ha descubierto que causa "graves trastornos psicológicos".
La demanda de los padres ha sido presentada por Alliance Defending Freedom, un bufete de abogados cristianos que apoya la ilegalización de las relaciones sexuales consentidas entre personas LGBT+ y que ha sido designado como grupo de odio anti-LGBT+ por el Southern Poverty Law Center desde 2016.
La organización conservadora sin ánimo de lucro Wisconsin Institute for Law and Liberty, conocida por oponerse a la larga lucha legal del estudiante trans Gavin Grimm para que se le permitiera utilizar los baños de los chicos en la escuela, también respalda el caso. En agosto, tras siete años de juicios, Grimm obtuvo una indemnización de 1,3 millones de dólares por la negativa de la escuela a permitirle utilizar los baños de los chicos.
"El Distrito Escolar de Kettle Moraine ha violado este derecho fundamental al socavar y anular el papel de los padres en la toma de decisiones con respecto a una cuestión importante y controvertida", afirma la demanda.
Continúa: "En concreto, el distrito ha adoptado una política para permitir, facilitar y "afirmar" la solicitud de un estudiante menor de edad para la transición a una identidad de género diferente en la escuela - sin el consentimiento de los padres e incluso por encima de la objeción de los padres."
La demanda también cita a Kenneth Zucker, un desacreditado médico canadiense que fue despedido de una clínica de identidad de género debido a la preocupación por sus intentos de "curar" a los niños trans, haciendo referencia a su libro de 1995 como prueba de que "las causas de la transexualidad y la disforia de género siguen siendo en gran medida desconocidas".
Los padres afirman que uno de ellos se vio "obligado" a retirar a su hijo de la escuela para "protegerlo y preservar su papel de padres".
La demanda sugiere que este niño de 12 años es un niño trans, que, según la presentación legal, había comenzado a cuestionar su género en diciembre de 2020. Después de expresar su deseo de "adoptar un nuevo nombre masculino y utilizar pronombres masculinos" en la escuela -lo que sus padres decidieron que "no sería en el mejor interés de sus [hijos]- los padres llamaron a la escuela para pedir que el personal siguiera utilizando su nombre legal y los pronombres femeninos.
El director de la escuela se negó, diciendo que "el personal de la escuela se referiría a él usando cualquier nombre y pronombres que él quisiera mientras estuviera en la escuela, incluso a pesar de la objeción de sus padres".
Esta política de "permitir a los estudiantes menores de edad la transición social a una identidad de género diferente en la escuela sin el consentimiento de los padres, e incluso por encima de la objeción de los padres", alega la demanda, viola sus derechos como padres.
Según The Guardian, la escuela no respondió a las solicitudes de comentarios, citando el litigio pendiente.
