Una juez declara que incluso las opiniones anti LGTB+ deben ser respetadas
Un juez ha dictaminado que las opiniones anti-LGBT+ "ofensivas, chocantes o incluso perturbadoras" "pueden seguir siendo protegidas".
El juez Sarak King dictaminó que una escuela inglesa discriminó a Keith Waters, un ministro evangélico al que empleó como cuidador a tiempo parcial, cuando le reprendió por llamar al Orgullo LGBT+ "perjudicial para los niños".
El alcalde de Londres dice que las personas trans deben ser respetadas
Las víctimas LGTB+ del Holocausto Nazi deben ser recordadas
Waters escribió en un tuit borrado desde entonces en junio de 2019: "Un recordatorio de que los cristianos no deben apoyar los eventos del 'mes del orgullo' LGBTQ en junio.
"Promueven una cultura y fomentan actividades contrarias a la fe y la moral cristianas. Son especialmente perjudiciales para los niños".
El tuit provocó reacciones en la comunidad local y en los medios de comunicación, lo que llevó a la escuela primaria Isle of Ely, en Ely (Cambridgeshire), a iniciar una investigación. Water recibió una última advertencia por escrito, que según él constituía una violación de su libertad religiosa.
El Tribunal de Empleo consideró que Waters fue discriminado indirectamente por motivos de religión o creencias cuando recibió la advertencia. No estimó las reclamaciones por discriminación directa y despido constructivo.
En su decisión, la jueza Sarak King dijo que incluso las opiniones "ofensivas" deben ser protegidas.
Advirtió que "las creencias ampliamente compartidas exigen un cuidado especial antes de condenarlas por no ser dignas de respeto en una sociedad democrática".
"Las creencias que son ofensivas, chocantes o incluso perturbadoras para los demás pueden seguir siendo protegidas", dijo, según The Daily Mail.
Waters publicó su tuit mientras Cambridge celebraba su primer evento del orgullo LGBT+, que incluía un desfile a lo largo del famoso río Cam de la ciudad.
El fideicomiso de la escuela, Active Learning Trust, dijo en audiencias anteriores que había recibido preocupaciones "muy serias" sobre su comentario.
Sus opiniones fueron calificadas de "extremistas", "aborrecibles" y "repugnantes" en las quejas de los padres.
La investigación de la escuela concluyó que el comentario de Waters fue "altamente inapropiado y ofensivo" y que había dañado la reputación de la escuela.
Justo un día antes de dimitir, Waters debía enfrentarse a una audiencia disciplinaria. Dijo que renunciaba a su cargo porque consideraba que su trabajo como cuidador entraba en conflicto con su otra función de pastor.
Se le impuso un último apercibimiento por escrito, que recurrió sin éxito.
Active Learning Trust dijo: "Acogemos con satisfacción la decisión del tribunal de trabajo de que las reclamaciones de discriminación directa y despido improcedente no estaban fundadas y fueron desestimadas".
Waters tiene un historial de comentarios anti-LGBT+. En una ocasión comparó la afirmación de la identidad de los niños trans con el "abuso emocional, mental y sexual" y dijo que la educación inclusiva LGBT equivale al "adoctrinamiento" y al "abuso".
