Escribir poesía me ayudó a descubrirme a mi mismo más allá del género
Cuando Peter Scalpello comenzó a escribir su primera colección de poesía, nunca podría haber sabido lo mucho que descubriría sobre sí mismo en el camino.
El debut de Peter fue publicado en marzo por Cipher Press, la editorial británica que amplía las voces LGBT+. La poesía de Peter explora el chemsex, la masculinidad, la homosexualidad y la violencia sexual a través del prisma de su propia experiencia.
Calum Scott: Escribir música me ayudó a abrazar mi sexualidad
Mi transición de género me ayudó a darme cuenta de que soy demisexual
En el fondo, Limbic es un examen del trauma y la memoria, que interroga sobre el modo en que recordamos las experiencias pasadas que han minado nuestro sentido del yo.
Peter, que es originario de Glasgow pero que ahora vive en Londres, empezó a escribir poesía cuando tenía poco más de 20 años, tras descubrir a poetas contemporáneos queer como Andrew McMillan. Cuando se lanzaron a escribir los poemas que componen Limbic, nunca podrían haber sabido hasta qué punto iba a desafiar sus propias ideas sobre sí mismos.
"Sentí que había un poco de permiso para decir: 'No tengo que ser un cierto tipo de persona para escribir poesía o expresarme de esta manera'", dice Peter , "Siempre me había considerado fuera del ámbito literario o algo así, tal vez por cómo había crecido. No había estudiado inglés ni nada parecido como carrera. Ese lado emotivo siempre estuvo ahí, ese fue el impulso inicial".
Escribir Limbic ayudó a Peter Scalpello a darse cuenta de que no tenía que ajustarse a las normas de género
Poco después de que Peter Scalpello terminara de escribir Limbic, se dieron cuenta de que no son binarios. Mirando hacia atrás, explican que el proceso de escritura les animó a reflexionar sobre su propia identidad de género y su relación con la masculinidad.
"La masculinidad, incluso dentro de la comunidad queer, se valora. Hay una jerarquía: esa jerarquía heteronormativa puede seguir reproduciéndose dentro de la comunidad queer. Me pareció fascinante desde la perspectiva de crecer y salir del armario al final de la adolescencia como gay, pero reprimiendo realmente esa sexualidad en Glasgow, donde crecí".
Peter creció en "una cultura muy masculina": sintieron una "opresión visceral" que sólo han podido criticar a posteriori.
Al alcanzar la mayoría de edad, encontraron un sentido de comunidad entre los hombres homosexuales. Pronto descubrieron que esas imágenes hipermasculinas seguían siendo muy valoradas, incluso en los espacios queer.
El hecho de darle un lenguaje y las preguntas de "qué pasaría si" y "por qué" me llevaron a descubrir estas cosas sobre mí mismo.
"Esa imagen hipermasculina se trata en muchos aspectos como una seguridad o un ideal", dice Peter. "Lo que aprendí al escribir sobre la masculinidad e interrogarla fue, por un lado, su relación con la vergüenza y cómo ésta se manifiesta en cosas como nuestra salud mental, nuestro comportamiento sexual, el consumo de sustancias, pero también este otro hilo de la identidad de género y cómo se cruza con todas estas cosas, pero también conmigo como persona".
Escribir Limbic obligó a Peter a "desaprender" muchas de las ideas que habían llegado a tener sobre la masculinidad.
"Eso me llevó a darme cuenta o a aceptar el hecho de mi identidad no binaria", dice Peter, "y fue en los meses siguientes, casi después de que el polvo se hubiera asentado y hubiera pensado mucho en estos temas. Había estado interrogando mi masculinidad y estaba esta idea de: '¿Qué pasa si no soy un hombre hoy, qué significa eso? Este hecho de quitarme u optar por algo que se espera o se impone".
Ver esta publicación en Instagram
El simple acto de escribir, para Peter, supone una oportunidad para descubrir cosas nuevas sobre quiénes son.
"Hay permiso en la voz, sobre todo si empiezas a escribir para ti mismo, como un diario o una bitácora", dice Peter. "Se trata de articular lo que se siente o se piensa o se reprime, lo que me parece realmente interesante porque todo está almacenado ahí psicológicamente. Darle un lenguaje y las preguntas de 'qué pasaría si' y 'por qué' me llevaron a descubrir estas cosas sobre mí mismo, y esa es una relación de ida y vuelta con la escritura".
El sexo y las drogas pueden ayudar a algunas personas a "evitar" sus traumas
El trauma y la memoria ocupan un lugar central en la colección. Lo fascinante es lo intrépida que es la poesía de Peter Scalpello: es el tipo de escritura que se niega a que el lector mire hacia otro lado.
"El trauma está presente en todo ello, al igual que en mi vida", dice Peter. "Con la poesía, lo que realmente me cautivó fue la gran libertad de la forma. Había posibilidades casi infinitas de explorar esa interrupción, de pensar en el impacto de la memoria traumática y en cómo el trauma se mantiene en el cuerpo, pero también en nuestros comportamientos. Me interesaba mucho enhebrar el trauma a través de la escritura en lo que respecta a cómo se almacena la memoria, cómo regresa y cómo informa al yo -en particular al yo queer- y cómo puede evitarse a través del sexo y las drogas".
Esos esfuerzos por evitar el trauma a través del sexo y las drogas aparecen una y otra vez en Limbic. Peter escribe con fuerza sobre su propia experiencia de chemsex, pero también tiene la experiencia profesional que lo respalda: trabaja como terapeuta de salud sexual en su trabajo diario.
Un poema en particular, titulado "Chem", explora las formas en que el pasado "puede informar la interacción presente o la experiencia presente", explica Peter.
"Existe esta bruma de los traumas que existen para todos nosotros, en cierta medida, y lo que se puede relacionar y compartir y apreciar y desestigmatizar. Esa es una intención de la colección: compartir mucho y tirar de un sentido de comprensión o experiencia comunitaria para expresar un amor y cuidado por una comunidad que sufre o ha sufrido".
Peter ha aprendido mucho sobre el chemsex y su conexión con la vergüenza, el estigma y la función sexual a través de su trabajo como terapeuta de salud sexual.
"La combinación del deseo sexual, el consumo de drogas y el alivio de la vergüenza creo que puede ser increíblemente poderosa y embriagadora en sí misma, además de la embriaguez del consumo de drogas", explican, "creo que eso es lo que puede llegar a ser dependiente para la gente. Es una oportunidad para sacarte de ese contexto, de esa voz en tu cabeza, o de las limitaciones que quizás sientas tanto física como mentalmente".
Peter continúa: "También presto un servicio psicosexual a los pacientes de la clínica de salud sexual en la que trabajo y también existe una relación funcional entre el consumo de drogas y la sexualidad de algunas personas. El impacto de la performatividad, o de esta expectativa hipermasculina o el estigma al que se enfrentaron - o potencialmente las experiencias de chemsex que han tenido - impactan en su comportamiento y función sexual, y un intento hacia este modelo de sexo sobrio puede ser desafiante y amenazante. Puede provocar estas emociones en torno al trauma y al sentido de sí mismo y del valor. Es diferente para cada persona: esto es lo que me parece tan interesante del trabajo".
Espero que pueda dirigirse a cualquier lector que tal vez esté inseguro o sienta una especie de invisibilidad ante elementos de su persona o su identidad.
Escribir sobre esos temas fue "catártico" para Peter; esperan que la lectura de estos poemas tenga el mismo efecto para los lectores.
He aprendido mucho sobre mí mismo a través de la escritura y a través de las personas a las que la escritura me ha llevado", dice Peter, "por ejemplo, la editorial Cipher Press - ser publicado por una editorial queer es un sueño hecho realidad e increíblemente emocionante y validador... ser sostenido de alguna manera dentro de una comunidad como esa es extremadamente catártico y es algo en lo que ahora estoy pensando más y seguiré escribiendo".
"Espero que pueda hablar a cualquier lector que quizá esté inseguro o sienta una especie de invisibilidad ante elementos de su persona o su identidad".
Limbic, de Peter Scalpello, ha sido publicado por Cipher Press y ya está a la venta.
