La Uni贸n Europea pide que se acaben las terapias de conversi贸n
La denominada "terapia de conversión" "no tiene cabida en una sociedad basada en los Derechos Humanos", según el Comisario de Derechos Humanos de la UE.
El funcionario bosnio de la UE Dunja Mijatovi膰 escribió en un informe del jueves (16 de febrero) que la controvertida práctica es "peligrosa" y debe terminar.
Tony Blair pide que se acaben las protesta por los derechos humanoss en Qatar
La Uni贸n Europea avisa a Ruman铆a que no puede seguir con las leyes anti LGTB+
La terapia de conversión es un intento abusivo de cambiar la sexualidad o la identidad de género de una persona LGBTQ+ mediante la manipulación psicológica, a menudo llevada a cabo por instituciones religiosas o médicas y con frecuencia tras la presión de familiares.
Esta práctica no sólo no funciona, sino que puede dejar tras de sí inmensos traumas y problemas de salud mental en las personas sometidas a ella.
"Estas intervenciones siguen produciéndose en toda Europa, a menudo de forma legal y comúnmente bajo el pretexto de principios médicos o religiosos", explicó Mijatovi膰.
"A pesar de los profundos y duraderos efectos nocivos que pueden tener estas prácticas, a muchas víctimas no se les reconocen los daños que han sufrido ni se les ofrece reparación.
"Esto debe terminar".
Según el Comisario de Derechos Humanos, la terapia de conversión suele adoptar una de estas tres formas: psicoterapia, intervención médica e intervención religiosa.
Las empresas que se benefician activamente del ejercicio nocivo pueden a menudo seguir funcionando gracias a "discrepancias legislativas" que les permiten trasladarse a países donde sigue siendo legal.
"Estas prácticas contradicen el abrumador consenso de los organismos científicos y de derechos humanos internacionales", añadió Mijatovi膰.
"Los esfuerzos actuales de los Estados miembros por adoptar prohibiciones legales de las prácticas de conversión son un avance bienvenido.
"Estas prohibiciones deben redactarse con cuidado y ser lo más precisas posible para que respeten el principio de seguridad jurídica y se ajusten al marco de los derechos humanos".
Debido al carácter no regulado de la terapia de conversión, es difícil precisar con qué frecuencia se practica en los países miembros de la UE.
Aunque un estudio del Parlamento Europeo estimaba que al menos el 2% de los europeos LGBTQ+ han sido sometidos a terapias de conversión, Mijatovi膰 aclaró que la cifra podría ser mayor "ya que a menudo se llevan a cabo en condiciones de secretismo".
"También me preocupan especialmente las conclusiones según las cuales, en todo el mundo, los niños y los adultos jóvenes corren un riesgo mucho mayor de ser sometidos a ellas", escribió.
Para hacer frente a estos ejercicios de manipulación se requiere una mayor concienciación y un plan para eliminar las instituciones de terapia de conversión, según el funcionario de la UE.
"He observado una mayor concienciación sobre las prácticas de conversión en nuestra región, y un reciente impulso para hacerles frente.
"Es esencial que los Estados aborden el discurso político o social anti-LGBTI que presenta a las personas LGBTI como desviadas o anormales", continuó. "Es probable que este tipo de retórica fomente una cultura en la que las personas LGBTI se vean obligadas o se sientan presionadas a someterse a prácticas de conversión".
