Los 6 problemas familiares más comunes en la comunidad Gay
Los 6 problemas familiares más comunes en la comunidad Gay.
Ser una persona LGBT es más fácil en algunos países que en otros, pero dentro de nuestro propio país también tenemos nuestros propios dramas y problemas. La familia es algo que se nos impone, y podemos ser afortunados y contar con una familia abierta y sin problemas con que hagas lo que quieras con tu vida, pero también nos puede tocar una homófoba, cerrada, o extremadamente religiosa. ¿Cómo lo afrontamos? Veamos los tipos de problemas familiares más comunes para una persona LGBT.
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1. Salir del armario ante tu familia más directa
Tu padres y tus hermanos. Las personas con las que convives a diario y que te van a ver la cara cada día. Cuando lo ves con el tiempo parece ridículo, pero en el momento se sufre mucho, y hay que valorarlo todo con mucho cuidado. Elegir el momento en el que contárselo. Aquí entra cada persona con sus formas, conociendo a su familia, saber si es mejor reunirlos a todos o ir uno por uno... No hay una forma correcta de hacerlo, solo ten claro que lo importante es hacerlo y no tener que esconderte ni mentir. La sociedad española, por suerte, no le da tanta importancia a tu orientación sexual, así que aprovéchalo y sal del armario cuando te sientas más cómodo.
2. Salir del armario ante el resto de la familia
Este ya es otro nivel de pereza: salir del armario y prácticamente tener que contar tus intimidades al resto de la familia que no ves tan a menudo. Todo se acaba sabiendo, y el cotilleo en las familias es un hecho. De nuevo, depende de la relación que tengas con tu familia, la confianza y demás. Lo importante es que te sientas a gusto y todo lo hagas para no tener que dar más explicaciones de la cuenta.
3. Salir del armario ante tus familiares más mayores
Aquí nos hemos de armar de paciencia, porque los abuelos nos quieren a su manera y algunos puede que no entiendan muy bien eso de que te gusten los chicos o las chicas. Con la gente mayor hay que mostrar un extra de paciencia, intentar ayudarles a comprender tu situación y explicarles la realidad sin tonterías. Seguro que al final te llevas más de una sorpresa positiva.
4. Qué hacer si tus padres no te aceptan
Poniéndonos en el peor de los casos, existe la posibilidad de que tus padres no lo acepten. No quiere decir que te vayan a echar de casa, pero sin duda es uno de los mayores temores de los jóvenes LGBT en el mundo: que las personas que les han criado durante tantos años no acepten que aman a las personas de su mismo género. En definitiva, en esta situación, no lo dudes y tómatelo con filosofía. En función de la gravedad, plantéate cómo actuar: si crees que vale la pena dedicarles tiempo a educarles sobre lo que significa ser gay, como tu vida sigue siendo la misma, aunque no es una fase y no vas a cambiar, o si realmente tienes que empezar a plantearte buscar un trabajo y salir de un entorno negativo. Aquí es donde muchas veces la religión entra en juego. Las casas con creencias más extremas consideran que la homosexualidad es un pecado o una deformación del ser humano y, sinceramente, ante estos argumentos, no merece la pena ni discutir porque siempre van a querer tener la razón.
5. Problemas en pareja: no te acepta la familia de tu pareja
Otro problema con el que muchos chicos y chicas LGBT se encuentran es con la familia política. Seguro que conoces más de un caso en el que la familia de alguien culpa a la pareja de "haberle llevado por el mal camino", como si tuviéramos un poder de conversión a homosexuales o bisexuales. Es una situación dura y difícil que no todo el mundo soporta de la misma manera, pero hay que ser fuerte, aguantar estoicamente y procurar suavizar la relación lo máximo posible. Entrar a saco en el conflicto no ayudará a nadie, así que en el peor de los casos, mejor alejarse para siempre y mantener lo negativo siempre bien lejos de vuestra vida. Son decisiones duras y difíciles, pero si no estás haciendo nada malo y hay alguien que constantemente te asegura que sí, tienes que tomar cartas en el asunto.
6. Salir del armario ante los niños de la familia
Esta es una gran oportunidad de no repetir los mismos errores de nuestras generaciones y anteriores y poder transmitir los valores de respeto y tolerancia a los más pequeños. Que la gente no se confunda: si se habla de "padres y madres" y relaciones heterosexuales, también se puede hablar de relaciones homosexuales con ellos. Contarles que el chico con el que vienes es tu pareja, que te puedas dar un beso delante de ellos y que ellos entiendan que sois tan pareja como sus propios padres es básico para cambiar el futuro. Seguro que algunos de sus compañeros tendrán un padre soltero o una pareja de padres del mismo sexo. Empecemos a explicarles que es tan normal como cualquier otro tipo de situación familiar.
Sin duda, cada familia es un mundo, pero es nuestro deber ayudar y educar a las familias que no entienden muy bien qué significa ser LGBT. Cuando lo hagamos seguro que el resultado será muy positivo para todos.